RENOVACION.
85 mundial y que una sola palabra de su hasta los pobres troveros ambulantes boca es la Gloria, y no quieren, no de declan, ayudados de sus lamentables sean, 170 piden otra cosa, en premio de guitarras, el encanto de la divina fu.
sus días sin par y de sus noches con gitiva.
frio, que el regalo de sus labios ado. La sonrisa que después de cuatro tables.
años de trabajo, hizo florecer LeonarIOb Suprema Iocoastante! parecer do como una extraña rosa de misterio decirle, igual que Verlaine a su fogo en el rostro de la bella florentina, llegó sa amniga: a constituir casi una obsesión. No haVa, rétreinte jalouse et le spasme bfa lugar en cuyas ventanas 10 sonobsesseur ne valent pas un long baiser, rierab los labios enigmáticos. Parls Henk qui mente!
Loápime se dolía de la pérdida de su Hace dos meses, Tecién descubierto tesoro artistico porque París awaba el robo, Do Be hablaba de otro asunto. la Gioconda. Quizá por las mismas Los diarios ofrecían la curiosidad razones que tenía Ruskin para abortegeneral planas enteras de minuciosa cerla: ella representaba el alitia irôni.
inforipación o publicaban los juicios ça y sutil de esta ciudad.
conocidos sobre la obra capital de Leo. Todo eso ha pasado. Ya nadie ha.
nardo (desde las antiguas noticias de bla de la Gioconda Lutecia no se Vasari hasta los ditirambos de Gau acuerda de su querido retrato. Şu cotier. el público prefería a los dranas razón, antes apenado, ha vuelto alatir roca os e historias escabrosas, contento como un pájaro loco y sus las páginas que ha escrito un novelis. ojos que hace poco nublaban las lágrī.
ta eslavo sobre el Renacimiento ita. mas, soorien ahora, llegos de prome.
liano; el lápiz de los humoristas saca. sas, malicias y dulzuras a la formación ba partido del tema para sus mordien de otras visiones.
tes caricaturas en periódicos y anun. En el primer momento, cuando des.
cios; los vendedores de postales no se apareció la Gioconda, se dijo: be perdaban puuto de reposo ofreciendo el dido mị sonrisa y se echó a llorar lo retrato de la sonriente Monna Lisa; mismo que cualquier chiquilla román.
en los teatros los números de canto tica, Pero al rato recordo que le queabundaban en alusiones al rapto y daba la suya.
Al partir el maestro Zambrana El doctor Zambrana deja el sillón al reposo, cuando el afecto popular de la Magistratura que lie ilustrado disponíase a asistir solicito, en pago con tantas proezas de talento, y des de la deuda con el Maestro contrafda, pués de seis lustros consagrados a la los desmayos de su vejez radiosa, es.
difusión de la cultura nacional, al perando con doloroso interés la hora progreso y mejoramiento de las insti en que debía pedir al va valiente caballe.
tuciones patrias, a las desinteresadas ro del Ideal, como reliquia de gloria o devociones del arte, vtielve a tomar el amuleto de prestigio, sus huesos, pabastou de peregrino que le acompañó ra abonar con ellos el suelo de la en sus primeros pasos y que ahora Patria y erigir sobre esa tumba un parecía olvidado en la estancia de ca monumento a su memoria excelsa.
riño que le hemos construído los cos. Pero he aquí que los pequeños odios tarricenses. Vuelve a emprender de de bandería, los enconos añejos de fendida ett cabeza densadora por el pasadas campañias electorales, le nie.
yeltuo de los años los rumbos de una gan gozosos la cortesía que se le incierta peregrinación, cuando stis. debe y qtie para otros casos, menos esfuerzos le teulan ganado el derecho merecidos talvez, han dispensado con Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.