76 RENOVACION de sus Conversaciones Pedagógicass seau, a Pestalozzi, a Froebel, a Spezllama. Iohibición por sustitución, e cer, la pedagogla moderna avanza en invoca a este propósito la observación este sentido, pero con una lentitud.
profunda de Spinoza de que todo lo extrema y de los diversos servicios que un hombre puede evitar pensando que le ha prestado la eminente autora que es malo, podría evitarlo igualnien de Cose dci Bambini, el más apreciate pensando que otra cosa es buena. ble quizá es el de haber activado este Con el autor de La Elica, llama escla movimiento. Ella no merece felizmente vo a aquel que se preocupa sobre todo el elogio intempestivo que algunos le por evitar el mal y llama hombre libre, han prodigado, de suprimir todo al que obra impelido por la idea del principio de autoridad, de abandonar bien.
siempre los niños a sus propias fuerTodo el método está allí, y para zas Pero ella mide, limita a la necetomarlo de trénor altura que los filó. sidad real que tienen, según las cir.
sofos, es el mistio que recomiendan cunstancias y su naturaleza individual, las más experimentadas de nuestras la ayuda que les es acordada, la igeducadoras de hoy, cuando se les pre tervención del maestro o de la maestra, gunta como se puede mantener el or Menos profundo que los escritos de den en una clase numerosa de niños los grandes pedagogos del siglo xix o muy pequeños. al limitarse a contes de contemporáneos como Foerster y tar. Ocupémosles y habremos resuel. Dewey, su libro es más elocuente y to el problema. o bieu. El niño po goza en este momento de más boga; debe estar sometido a una disciplina Hama más la atención sobre la discique lo volpería pasivo, que seria la plina de la libertad. opuesta al viejo negación de su paturaleza, la cual es método en donde el ideal era permaactividad, agitación y movimiento. necer «inmóvil como un paralítico y No deis la impresión de que la escue silencioso como un muerto. nu la es el silencio obligatorio y perpetuo, que la independencia no consiste en el lugar de la innovilidad; que no. no tener a nadie por encima de sí, verse allí es un crimen, que hablar sino en poder pasarse sin la ayuda allí es un pecador, ajena: el marco que no puede, falto de un brazo, desatar su calzado, y el No és suficiente que los niños eje prítcipe que por un prejuicio social cuten algo. Deben, en la mayoría de no puede hacerlo tampoco, le parece las acasioues ejecutar impulsados por que militan bajo la misma bandera: ellos mismos, y la maestra les debe No quiero ser servido porque no soy dejar lo más que se pueda de libertad, un enfermo, tal es la idea que se uede independencia, de espontaneidad, cesita para sentirse libre. siempre lista sin duda a ayudarles con Eu la escuela modelo de la Vía sus consejos, si le preguntan o si es Giusti en Roma, no sólo los pequeflos indispensable, pero nunca tan satis. de cinco y seis años, sino los de cuafecha como cuando ensayas de con tro y la mayor parte de los de tres, se Seguir lo que desean sin su ayuda, les deja a ellos mismos el cuidado de Esto es tuuy sencillo de decir, pero su toilette; solos se visten, se desvisno de realizar, y el número de educa. ten, se lavan las tnanos, se quitan y se doras bastante desligadas de ellas ponen sus sombreros y sus sobretodos, mismas para desear, para hacer que se calzad y se delcalzan y si una ayu.
sus discípulos aprendan a pasarse sin da es necesaria, la reciben de un ca.
su ayuda, no es todavía grande. matada y no de la maestra. En la coDe Montaigne a Fenelón, a Rou. mida del medio día que hacer en común, son ellos los que colocan el. Mme Kerkoruard: La Eduencida watawalax servicio, tienden las carpetas; ponet Mme Jeanno Gerard. La Educacida de los proc.
motor unos de la Infancia.
La taxe Bambini cuela.
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