RENOVACION fecundo o luminoso, rosa, ainor o es. ne de parte de los desgraciados y los trella, que es una montaña llena de buinildes, y sueña con uoa nueva resinas en cuyo interior se arrastran los deició. Describe en priiner lugar urt yicios como larvas; y sigue un torrent país tétrico poblado de altísimos abete de ideas libertarias como éstas: tos, donde se olan los quejidos del viento; tal rez, dice el poeta, era el Pueblo, sd poderoso, grande, gã kecando: lugar doude estaba la boca del infier.
fibrete Quevos cances ao este Nuevo Mundo; respira en 18 montañas saludables alientos: 110. Sobre las aguas se levantaba un dostoarca loa cerrojos del antro de los vientos: promontorio negro, como el cuello de recoge las primiolas de los frater opiraos uu potro que hubiera muerto en un ciñete la corona de espigas y racimos: combate. La luna, tristísima, aparecía desarma la mudoca y el calcariar del fuarto cuyos sobacos huelen bravo a muerte; con cara de esqueleto, y el mar, era funda en las nuevas aras los dogmas fraterdales un inar eterno, Adblecente rodeados de almbos sideraloa; borra de ins ancias la hiol de todo losutat dormido en un silencio solocante, haz que la hostias, seaa, ea ta moderno cal19, como un fantástico animal cafermo. Sodo de carne sangciente, ging de dulce trigo.
bre al Glo nás alto de la roca, ladrando al El Tio Sam es fuorte. Arraigada en ombligo hosco Mar estaba en Derec.
tiene la cena de Hércules Eu su vastu cabeça Sue coltaillog brillaban en la noche, pero bay no gd coé proyectos de una informe grandezat Bus Oide 00. porque ora ciego. Su boca abier aprende el rocio canto que esfuersan 909 martillos: ta relambrada. roja, como el vientru caldea muerde con sus tepaza las cunas de tus grillos: do de un brasero, como la gran bandera de Don en la térrha, ancas de mus locomotoras venganza que corong us iras de tais stebo.
na vigante carga de nabo y do suroras: como el barro do una acha de verdugo dentiora con 10 hierro lactobras familiares: abrevada en la sangre de los duellos, y alzándata doada esos igantescor wares broclat Dios, eu fresta de lar excelsa lambres Para completar lo lobreguez de tanı del 601, Los arrabile dol cielo son las cumbres Castiga, si hay infania que castigar nivela horroroso cuadro, ea là boca de aquel 103 antrou no las cimas: za. bachvela animal abullaba el Haubre como el sosobre el agragio mástil de la le; tienda al viento nido bueco de las caupagas de noviewcomo un piaje de oro todo tu pensamiento, bre: Ahora viene uua hermosfsiwa gabre a la ancora tu alma como un bosque armonioso.
concepción del poeta, que expresa así: Sobre aquella columna blasfema, flotaban los fulgores de los astros y Vi ana mi alma con sus brazo4 yarios en so frenta sonidos scuejantes los que produce una luz, bipnotizada, subia bacia la boca de aquel perro, y que sus manos y sus pies el huracán eu un bosque de pinos; y gangrabaa, coma rosas do laz, cuatro aguja el mar oía, y oían las selyas, el antro COB, y que en la hambrienta boca ke perdi.
y la montañia; caſail silenciosas lágri y que el monstruo sintió en sus ojos secos.
ercendarso das llamas como lividos lamuas de luz y sangre; las Sylras pependios de alcohol sobre los diodos.
sabai sobre la tierra, y para termnivar dice así: Tutorices, dice el poeta: En media de aquel trágico horror. yo estaba solo aprendi aborrecer como los siorvos:entre mi peagamieato y la eternidad, lb is ojos mirагон lа волъха пcruz диета, cruzando coa dantoscos pasos la noche: Arriba Consta Olavo Buevos que era un orox sin victim los astros continuaban lovaocando pos quejas elevada sobre el oriente enorma de un is que ninguno santia nonar ea Stis oroja.
cendid, aquella di uz bid viculo, ofrecidaRaginn como bestias famírosa, bacldas como un lecho papcisl. 30 ora an perco1: es el fango, mas nadie fajetaba tas bridar: badie alzaba los ojos para Dirar aquellas gigantes convalsiones de les 10:43 estrellas: Todo el libro Las Montañas del nadie les preguntaba su divino socrcto: Oro) está niodelado de la manera que badic urdia la clave de sa larga altabielos basta ahora hemos visto, con excepzaidie soguis el ourso sangriento de sus castros. ción de Los Salmos del Combater, decidi ponerte de parte de los astros.
que este sabio artífice ha escrito con Luego sigue una lluvia de berno la pelodía corriente, como para deSOS versos entre los cuales está Me mostrat que si no ha moldeado todo tempsícosis: en el cual el poeta se po. su libro de ese modo, no es porque Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.