RENOVACION Un capítulo del libro.
He dicho que los titulados partidos políticos bati liecho quiebra en algunos pueblos de Altrica tropical. No podia ser de otro inodo. Se 118 sacrificado la libertad al exclusivisino, la intransigencia, a la persona de fos caudillos, al sectarismo, a las oliger quins. Do de la libertad, no acompañada por up vivo sentimiento de solidaridad h4 mana, en la tiotina suprena, el egoisolo será siempre la sombra inevitable del cuadrot.
Esas palalıras de José Enrique Roda. men.
walilad de las thás sobresalieates de América, expresan todo mi pensamiento. La jg ventud de mi pals, ajeba a esos exclusivismos esas intransigencias, ha querido reaccionar contra el egoistio de las acctas filosóficas que han llevado allí el rótulo de partidos políticos. Ese geferoso intento vo ha sido afortunado. No podrá serlo mientras los 45 pirantes a reformadores corezcan de squella condición que, al decir del pensador tint Rayo, es indispensable para ipdamar el fuego del pensamiento con que se forjan las revoluciones morales. Cuando la juventud universitaria de Caracas se irguió lodigoada contra la dictadura de Guzmáu Blanco y dió fortita su protesta dertihando las estatuas del cuclillo, pudo penserse que una era de digullad y de cultura alborcaba en la patria del infortunado precursor de la independiencia americana. No fue así, sin embargo. Ve nezuela estaba predestioada a pasar por la De predestinada a pasar por la prueba de un despotisma tan humillatite y vergonzos como el de Cipriano Castro.
Qué se hicieron durante el oprobiowo septenio 108 reformadores venezolanos que antes habían derribada fas estatuas de Guzmán coti todo y que este no pretendió busca convertir a su patria en un serrello? esa juventud y sue conductores les faltó el fuego del sentimiento con que se forjan las revoluciones morales. Tal fué el caso de Colombie Cuiendo en 1909 la juventud uni versitaria y sus conductores iniciaron la cre llamado repnblicana.
Es que para ser reformador no basta escribir artículos de periódico, hacer derrocte de recursos oratorios en la plaza páblics. Visto está, y ya lo be anotaco antes, que artículos y discursos sirven de escabel a los más avisados para sobresalir, para épator les bur.
gucois y cucular los més altos puestos, Bas quience de esta suerte se iniponen nada reforman. Precisa que rel reforniador etupiece por transforuar en sí mismo la ides en selle timiento: que se apasione exalte por su idea, cou la precaución que arrostra las perSecaciones y el martirio; y además, que de: mgestre la constancia de este amor por medio de sus actos, haciendo de su vida la imagen aniuiada, el arquetipo viviente, de att palabra y su doctrina. El verdadero tinyentor, de una idea en el mundo es, pues, el que primero la transforma en sentimiento propio y la realiza en su conducta. Pero aun no son suficientes esus dos condiciones para que la iniciativa del apóstol alcance la virtualidad que lo convierte en substancia de los beclios históricos: ya que puede el apóstol apasionarse por su idea, y reudirle la vida en bolocausto, y baberla hecho carne en Ba conducta, ya pesar de ello no dejar en torno de su nombre más que silencio y soledad; aino que la palabras y los actos del reformador can de tener la virtud comuni.
calivar, el tirresistible poster de sugestiónı, el doti simpatico que solemos llanar pres tigios y que hace que, dejando de ser aquelos actor tina excepción individual, se difundan por la imitación y el ejemplo: de donde concluiremos definitivamente que el verdadero inventor de una idea, con relación el mundo moral, tes el que la transforma en kentiniento, la realiza en conducta y la propaga en ejemplo. Concretarios de heuera mais simple y breve lo que va cxpre.
sado, si decimos que lo que importa eu el origen de las revoluciones morales cs, aute todo. la personalidad real y viva del reformadlor: 194 personalidad, y no, alstractamente, su doctrina. a cita que precerle es de suma importancia. Debep neditarla ciertos seullo refofniadores de América tropical para quienes las opiniones del autor tienen iucliscutible autoridad, no obstante que casi pudiera afirmarse que to las han comprendido. No se hran dado cuenta de lo que ese Apostolada recla.
tha de ellos; de ahí su fracaso. Sienten la Rodé. Lideralismo y Jacobintams.
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