RENOVACION El arado y la pluma.
Los buenos padres que se preocupan por la educación de sus hijos, chtán empefiados en que éstos fcuuminiaua hotubres de plumn, pero po de araio, o como dicen por acá, de pala y machete. En otros términos, anhelar que sus hijos ganen más tarde o moda y decentemente la vida por medio de las carreras profesionales que hoy existen, pero hanca con el rudo y pudoroso trabajo MADual del tombre que cultiva la tierra, Esta preocupacióu me parece demasiado pueril, Veamos El arado, pachete, la pola, el pacho, lo mismo que la plu014desde centenares de años atrás han sido instrumentos civiltzadores de pritner orden, puestos al servicio del hombre para que con ellos obtenga el Bustepto, la dicha, la perfección. Con los instrumentos de labraava el hombre limpie de las malas yerbas el campo cultivable y luego los inceudia o las entie ra; con la pluma, en el cainpo humano, ciega las añejas preocupaciones, las instituciones cadavéricas, los bopibres tiránicos o retrógrados; si es preciso los queria y tatbién los sepulta. Con el arado abre sobre el suelo el fecufl do surco que ha de recibir más adelante semilla; con la pluma abre un stroo Iuniposo en el entendimiento y en el corazón de los hombres, y los prepara para un cultivo que redime.
Con los instrumentos de labranza cosecha los ricos frutos que han de sustentar en abundanda los vientres inflados de los po derosos y con escasez los vientres flacos de los pobreg; con la plume las inteligeucias observadoras y los corazones sensibles eluacenan buenas ideas y sentimientos buenos, poble tributo que una generación avanzada produce para el servicio de las que vienen a fin de que dia cn día alcancer la liberación completa de todas las esclavitudes que boy oprimen.
Con el urado log infelices proletarios del mundo, en todos los tiempos, hap trazado sobre el suelo terronado y negro el silencioso y tristisigio poema de sus desventuras, sellado con la planta de sus pies y humede cido con el sudor copioso de sus frentes con 1a pluma los lombres justod, sinceros, vale rosos, geniales y sensibles, Ajaron sobre el papel la visión interna que del mundo tuvieron y penosamente sellaron con tinta o con sudute. hurnertecieron con sus lágri.
mas esa dolorosa visión.
Eu la bistoria de la civilización humana el papel del arado ha sidlo tuucho más 110desto que el de la plumı, pero no menos importante. Ha liecko sobre la tierra una labor pacifica y tranquila, sienipre beneficiosa para el hombre; Por el ararlo el terreno se despereza y Temueve para recibir qog ventilación que enriquece y fecunda; por él, la semilla en.
cuentra un surco propicio para gu germina.
ción; por el, la tierra rejuvenecida entrega a los hombres el sustento que achos por inútiles y esclavos, no merecen. Honralas y encaltecilag Inanos hen oprimido sietbipre el arado; a él o llegas las gentes afetinadas, corrompidas y eufernizas. Es el ingtrymesto por excelencia de los hombres Doseidos de fortaleza y de libertad. El are.
do es un símbolo de honradez Los infelice parásitos de la ciudad no serian capaces de nianejarlo cinco minutos, En todos los países y tiempos, la clase mids 8na, tranquita, inofensiva y alegre, manejo el arado a capo abierto, a toda luze bjo la lluvia, el viento y el sol que dan vigor y salud. Si el bonroso mayor ninero que malleja el arado reflexionara, el arado sería también un símbolo formidable de regeBeración bumana.
La pluta, por el contrario, todas las manos puerlen manejarlo, y cuando cae en sucias Manos, es do terrible instrumento de mal. Con la pluma los gobernantes inipulsivos, envanecidos y arbitrarios, han firmado la destitución violenta de sus puestos de hombres cuinplidores de su debes, que no lan sabido ni sabrán aduler padie; con la pluung los servidores de religioues impuestas y fósiles, haa decretado la excomupión de hombres que se atrevieron pensar por su cuenta, que no reconocieron en este mundo más Dios que la Razout con la pluma los tiranyelor soberbior y corrompidos han decretado la pena de muerte o el destierto para los hombres libres, que no acep taron ningún yugo; con la pluma los estiraEste documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.