RENOVACION muier, precipitósę hacia la calle se. cura, qne se iba poniendo la casulla guido de Oliverio.
por el camino. Bumble regañó a dos Al día siguiente, y después de reci o tres chicos, para salvar las aparien.
bir la familia el socorro de un pan de cias, y el respetable eclesiástico, des.
dos libras y un pedazo de queso que pués de haber leído el oficio de difun. llevó el mismo Bumble en persona, tos en cuatro minutos, se marchó, enOliverio y su amo volvieron a aquella tregando antes su casulla al sacristán.
misina vivienda, habiéndoles prece. Ahora, Bill, haz tu oficio dijo dido el bedel acompañado de cuatro Sowerberry al sépulturero, judividuos del asilo de meodicidad, El trabajo no era penoso, pues balos cuales debían conducir el cadáver. llábase tan llena la fosa, que el último Un raido mantón y un capote negro ataud estaba a muy pocos pies del cubrieron los barapos de la anciaux y nivel del suelo. El sepulturero arrojó el marido.
sobre la caja algunas paletadas de tieJuspeccionado el ataúd, cargáron. rra, que apisonó después, echóse las selo los trozos al hombro y bajaron a herramientas al hombro, y se alejó se.
la calle.
guido de los muchachos, que se queja Ahora, buena mujer dijo. So. bán de que hubiese sido tan corta su Werberry en voz baja a la anciana diversión.
procure usted avivar el paso, pues he Vamos, vamos, buen hombremos perdido algún tiempo y no es dijo Bumble, tocando ligeramente en cosa de hacer esperar al sacerdote. el hombro al desgraciado. síganos usIAdelante, muchachos afiadió diri. ted, porque van a cerrar el cementerio.
giéndose a los hombres avanzad todo El interpelado, que no se había to más de prisa posible!
movido desde qne se situó junto a la Los mozos apretaron el paso, segui foss, estremeciose, levantó la cabeza, dos penosamente por la anciana y el y mirando fijamente al que le hablaba, marida. Bumble y Sowerberry iban cayó desvanecido después de dar algudelante: mientras que Oliverin corria nos pasos.
al lado del fúnebre cobvoy, cuanto se La anciana, preocupada con la pérlo permitfak sus pierpecitas.
dida de su mastón, recogido ya por Sin embargo, no urgía tanto apresa. Sowerberry, no se cuidaba de lo demás, Tarse, conjo lo había dicho Sowerbe Con un cubo de agua fria hfzose recofry, pues cuando llegaron al oscuro brar el sentido al hombre, se le conrincón del cementerio, donde crecían dujo fuera del cementerio, y después las ortigas, festoneando el borde de de cerrar la puerta con llave, cada cual las tumbas de la parroquia, aun no se fué a su casa.
estaba alli el sacerdote; y el sacristán Veamos, Oliverio dijo Sowerbedió entender que lo menos tardaría Try su futuſo aprendiz. Qué te ha tua hora en venir. En su consecuen parecido lo que has presenciado?
cia, depositose el staud junto a la foss Bastante bien, señor; doy a Ud las que debía ocupar; el hombre y la mu gracias contestó el chico balbucean.
jer esperaron pacientemente, azotados do; pero. no. no muy bien, sefior.
por una fría llivia; mientras que al. Bahl ya te acostumbrarás, migunos muchachos, atraídos por la cua chacho replicó Sowerberry todo es riosidad, comenzaron a jugar al escon empezar, que luego ya no te extrañará dite detrás de las tutiibas. Sowerberry nada. Bumble, amigos intimos del sacris Oliverio hubiera querido saber si su tán, calentáronse al fuego, leyendo un amo había necesitado mucho tiempo diario.
para acostuinbrarse; pero creyó proAl fin, después de una hora de es. dente no eventurar la pregunta y se pera, Bumble, Sowerberry y el sacris. fué a la tienda, muy preocupado por táu se dirigieron presurosos hacia la lo que acababa de ver y oir.
fosa, y al mismo tiempo apareció el Da Sr Hit de la Aeroplat, de Carles Dieront Este documento es propiedad de la Bblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.