Violence

RENOVACION JE a.
día y cuándo de noche; el universo te en desvainar guisantes con su sentero se ha desvanecido para mi. huéspeda mientras lee la Odisea o la La pasión le ewbriaga como pino ge Iliada. La tragedia que le arrastra a peroso: si baila con Carlota, se cree la muerte, se halla entrecortada de trausportado al quinto cielo; el con idílicos senderos.
tacto de sus dedos o de su pie con que en sus amores icuánto pudor!
tropieza debajo de la mesa, su hálito Mucho tiempo se pasa sin que lo exrozándole los labios, vierten fuego de prese más que con iniradas y suspiros.
rretido en sus venas. Un día, que no La idea de que Carlota está prometida puido verla, manda a la casa un cria a otro, tiende entre ellos inviolable yado, y a la vuelta le parece como ilu. lladar, comparada a la espada de caminado de celeste claridad. Dicen ballero que los 110 que la piedra de Babilonia, puesta al dad ponían en mitad de la cama, donde 1501, absorbe siis rayos y luego a la dornian juntos, y que más que empuDoche centellea eu las tinieblas. Algo nada por amenazadora mano, protegía de esto ne sucedía con mi criado. la virgen dormida. Un francés enaCon sólo pensar que ella había tenido morado, intentarla, en su lugar, suala mirada en aquella cara, y en los plantar el para él odioso rival; pero el botones y el cuello de su librea, se honrado Werther no piensa eu ello uti »convertían para wi en objeto sagra solo instante. Todo lo contrario; hace »do. No le hubiera cedido por mil justicia a Alberto, le quiere, le estima, escudos. Esta embriaguez interior le juzga diguo de su adorada.
desbordada sobre la naturaleza, que Hasta eu los motuentos de desespebesa con apasionada vehemencia. Fación, su pasión conserva éste leal Embalsama los primeros capítulos cándor. En un acceso de celos, se le del libro como una primavera sagrada escapar estas palabras.
escadas estas Y sin embar ver sacrum, durante la cual Wer go, do diré. por qué no he de decir.
ther aspira el alma de las cosas, y la lo, Guillermo? más feliz bubiera sido vida universal fermenta en su cora conmigo que con él; iohl no es el zón, y el ainor, engrandecido, se in hombre que puede satisfacer los declipa al paotefsoo, Suenan en aque pseos de su corazón, Cierto defecto de llas páginas gritos de águila que se »sensibilidad, defecto. tómalo como apoderan del espacio, y se sumerje en su corazón ate a la lecel de tin aletazo. An cuantas veces: tura de un libro estimado, cuando el ideseé volar, por entonces, a las ori. de Carlota y el mío se comprenden llas de la mar inmensa, beber la vida utan bien! y lo mismo sitcede mil veet la copa de delicias del Sér causa aces, si por ventura nos ocurre exprede todo por sí y para sí.
isar djuestro sentimiento sobre un acto Lo verdaderamente controvedor del cualquiera. Pero a renglón seguicarácter de Werther es su ingenuidad, do, arrepintiéndose de haber ido tan que se confuode con la violencia de allá, añade: Verdad que como la ama sus impresiones. No representa un con todo su corazón, qué no merece papel, como hicieron después sus imi vsemejante amor!
tadores, Su melancolía carece por y Carlota, la tierna Carlota (amó al coinpleto de éuifasis teatral. Libre de pobre Werther? La fraternal amistad la crisis de exaltación, y en los inter que le manifiesta no se convierte en valos en que le deja la fiebre, se con ste seno en amor, furtivamente acari.
vierte en un buen alemán, joven y ciado? Le compara alguna vez con su candoroso, que se lleva perfectamente marido, como el sueño delirante por con la Carlota. Se encarama a los ár el cual suspiramos, con la realidad boles del jardín, tan campante, para aceptada por resignación? El libro sólo hacer caer las peras que ella recoge contesta con algunas reticencias a esdesde abajo en su falda; juguetea con tas preguntas, y apepas alza el velo los mifios. como uu nifio y se entretie en que se envuelve esta alma ptidica Este documento es propiedad de la Bblioteca Nacional Mguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica