RENOVACION denuncia al ridículo, con la insidia, ce explosión al reventar las fores. dentadura de la infamia, que quisiera Cuando el envidioso se esfuerza por desbacer a pedazos cuanto la humilla; adquirir algún conocimiento, no lo egy pada hay que la enaltezca. seba, se goza en la ignorancia de los Pero esta confusión no es extraña, restantes, con esa maldad del Avaro dado que en el tamsiz del envidioso se que ve morir de hainbre al pródigo.
alteran los más opuestos sentimientos. Sólo que en el avaro se adivina, siu De tal suerte, siendo vergonzosapiente que él se dé cuenta, Vaga sed de ilususceptible, se cree delicado, porque siones. Advierte que el oro bacinado ignora que entre la susceptibilidad, representa gran parte de la felicidad, característica de los débiles, y la deli mas la desdeña inconscientemente, cadeza, compañera de los fuertes, hay poniendo el esguince del viejo seductanta distancia como entre la vaõidad tor que a fuerza de recibir desengaños de los sandios y el orgullo de los razo los equiva. Mientras que el envidioso nables, y más de la que se gecesita sabe que su ciencia de pada sirve ocul.
para ir de la lascivia de los tieuróticos ta. Sin embargo, le tuolestaría que al.
basta la lujuria de los pormales. guien agregara a los suyos otros co. La delicadeza de los gentites, que tocimientos.
poden ud grac0 de locura aur ca la Yo los he visto juntos. En una Bombra de las cosas, tolera, es indul mesa de juego, verde tablado donde gente, perdona. La susceptibilidad de entran en rol las almas desnudas. Aqui los jayades, que sintetizan el vivir en está un jugador. En freute, un avaro.
uo gesto grave, gesto de piedra que Al otro lado, el envidioso que acaba suele conseguir éxito, es veagativa; es de ser despojado, contempla. Las lám. craz a 1a par de la primera, que re paras acusan françamente las fisono.
dime mías que se pliegan acres o sorrientes. Ved al envidioso en la lucha. Deses a la fortung veleidosa, que a la sazón ser grande, y algo más, ipmen o, per coquetea entre el ayaro y el jugador.
der la lividez y la magrura de su si. El instante suprenio llega. Ruedan los Jueta angulosa, que no difiere de su dados, minúsculas cajas de caudales pensamieuto magro y lívido. Pero no cuya combinación de puntos buscan para hacer el bien, sino para vengar. ambos, Todo es silencio. Las treg 11se de su inferioridad, realizando el radas son ganzáas que forcejean. La inal.
suerte se decide por el jugador, quien Es planta rastrera. Al fiu el suelo le sonríe displicente; convencido de que cansa. Entonces pugna por elevarse. no era posible otra solución, sintiendo Más como es tan feble que el vien. sincero y profundo desdén por las mo to lo qnebraría, se enrosca en cual. nedas que recoge: no le importa gaquier árbol gigante, y, robándole la nar. Al mismo tiem savia, llega hasta las ramas, abiertas cede en su silla, agriétasele la frente, para abrazar la luz, y desde allí se el ceño amenaza, la nariz se le prolonga descuelga hasta morder de nuevo el y se le hincha, dialdice y por debajo fango.
de la mesa contrae una mano hasta Niestche asegura en medio de un lundirse los dedos en la palma, semechtuulo de razones y siarazones pues jantes a colas de alacrán. Vuelven tas en boca de Zaratustra, que los correr las monedas sobre el tapete, hombres se parecen a los árboles en cantando una canción lujuriosa que que ctianto más se acercan a la clari. obliga amarlas. Venció el avaro! Rie dad celeste, más intercan las raíces en despierta, y después de atraer el monlo oscuro, en lo suicio. esto se puede tón, se frota las manos bajo la wiesa.
responder, afirniando que tal son los En tauto el jugador de pura cepa, esinferiores, que a la inversa actúan los boza una sonrisa displic sintiendo escogidos, quienes del negro fondo de sincero y profundo desdéu por el dila tierra, sacan el gayo matiz que ha nero que se aleja, en la garra, sin Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.