José María Zeledón

RENOVACION.
Dos palabras.
Les Es Francisco Soler un joven traba ciado por sus compatriotas de buena jador en cosas literarias, cuyo nom voluntad.
bre ha flotado cuán poco al viento de Nuestro juicin acerca de esa confela povelería. rencia, se puede condensar en estas Su excesiva juventud experimenta frases: vale por la bella frescura del todas las inquietudes de una encanta estilo en que está escrita y por Ja jodora vivacidad; y nadie al mirarlo con tensidad de pensamiento que encierrani sų aspecto de niño caprichoso, le cre las barábolas que en él van engarzayera capaz de las brillantes labores de das Fondo y estilo que no desconocería lexión de que da mues entre los de su descendencia legítima, tra la conferencia con la que hoy re aquel gigante del concepto que se llagalamos a guisa de aguinaldo el buen ma José Enrique Rodó.
gusto de nuestros lectores.
Quede así consignado nuestro aplauHemos deseado emupezar nuestra la so entusiasta para la tarea de un jóbor del presente año con la obra sim. ven de todo en todo merecedor de la pática de un joven escritor de nuestro alabanza y del estitulo.
pafs que bien merece ser leído y apreLa Dirección Para empezar Este Billo Zeledón del diablo tiene las que aquí presento pertenecen la culpa. Si no insiste, hoy no se pu al ambiente: son semejantes al casco blicara la conferencia sobre ouestros mitológico pues se amoldan a todas las buenos amigos los. Pecados Capitales, cabezas. Pero, en fin, esto a nadie im.
que lei no hace toucho en el Ateneo porta; ni siquiera a taf. Más viejos son de la Juventud. El se empeño. Yo no los pecados y cada día adquieren pue.
quería. Siempre he creído que como vos atractivos!
no sea para dar nuevas ideas u orientaciones, nada debe lanzarse a la luz.
Francisco Soler. Los Pecados capitales.
La paz se Tegaba sobre la tierra. Todo era, pues, frío, silencio, som.
Iban las sombras barriendo lentamen bras; sombras perturbadas de lejanos te, silenciosamente, la fría población fulgores; silencio roto a largos pedadesierta, desierta y triste, triste; en zos por un lúgubre tañido escapado calona. Allá, en el fondo de la calle del vecino campanario que se interna. solitaria, perduraban cobardes los reg, bà COD cautela en la plandores del sol que acababa de yentado de vez en cuando por el calor caer en la hiontaña, llevándose, por de alguna añoranza que pasaba furtisu peso, la fuerza del día, para dejar va, rozando levemente el alma a la mael dombo azul en poder del oscuro Hera de las golondrinas que dejar con misterio, ahora rasgado por la luna las alas, al golpearlos, ligero temblor creciente que ascendiendo como el en los cristales de filo de un cuchillo, partía la negrura, ces cerradas al viento, cerradas al y la desbilachaba en vubes blancas, amor, cerradas, en fin, a la vida.
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