RENOVACION 38L to haz de nuestro planeta el Paraiso que yacia, coal otra. Julieta aletarTerrenal y viviriamos encantados. gada, el amor juvenil de Luis por Quieni 110 haya sido capaz de inspi. Felicia. Antorchas que con su luz.
rar un afecto, siquiera uno, es un en esplendente daban vida, y con la oste inferior, es una roca, es menos cilación de su ilania parecian esque una roca. Felicia ennoblece cribir en las tinieblas, iluminando hasta mis defectos. Esa gran vir las, promesas de felicidad: Es tan tud tiene el amor fino, purifica y bonito recordar placeres que puecrea héroes! Lo cierto es que en sa den volver. Si, lo que calia era lud, belleza, prosapia, donosura y desentumecerse, correr a ella, darle educación Felicia no tiene rival. satisfacciones cumplislas y atizar la iQué placer verla andando: su cuer hoguera. menudo, para picarle el po gentil parece apenas descansar en negro puntillo, para suscitar, si fuelas botitas: ligera como una plupa, re posiblc, celos en el alma de Luis, garbosa como una palmera, ágil co le dijeron amigas, que Alfredo hamo una venadita. Qué placer est bia triunfado de la aversión que le cucharla. Tiene su voz tinibre angé tenía Felicia; que ya se corresponlico; sus visajes son risueños y ex dian y que fácilmente se prescindió presivos. No encontraré otra mu le su persona. Pero Luis lo dudajer tan adorable El niayor disparatc ba, y mucho. Es verdad que Alfredo es dejar al tiempo y las penas quarchi repetia a cada moinento que Felitar su faz dulce y su alma tierna. cia era su vida. que en deliquio amoConmigo le amaneció el claro dia del roso pasaba tardes con ella, pero eso anios; yo la he sumido en tristeza, lo repetia solainente Alfredlo.
procediendo innoble, injusta y tor Al fin se levantala la muchacha pemente. Cuán lichosa y encanta en su pecho con dominio irresistidora debe de ser la reconciliación, ble. Lo que Luis no se explicala era. qué horas más felices después de por qué había dormidlo tanto su patantas horas perdidas, que ya jamás sión por Felicia y necesito del pique se aprovecharán. iQué música la a su amor propio para despertar.
de sus labios. Eit tanto a Marta entre pecho y ante el tropel de pensamientos espalla su pena la tenia coino una que casi desvanecían de placer su palomilla atravesada por un alliler cuerpo, ante los recuerdos que sá Irincado en un cartón. La pobre cacudian su calyeza, precipitándose con laba su tormento, tal vez contálamo locos resueltos a entrar en un lo a las flores del jardincito porcastillo mágico de goces, erguíase que a menudo veiasela contemplanla figuri doliente de Felicia, aycr dolas; o a las estrellas porque en alegre y seductora; si, doliente aun los anocheceres los ojos les fijaba: que ahora quisiera ocultarlo, por, y cuando salía de su abstracción una causa de él. todos esos recuerdos, que otra lágrima furtiva le titilaba como antorchias luniinosas desfila en las pestañas.
ban desentenclyreciendo ſéretro en Claudio González Rucovado EL CARNAVAL Hay gentes que tienen en la uña el almanaque y saben en que dia en trai y salen las estaciones, catabian las lunas y caen tales o cuales santos, éstas o las otras fiestas. Yo tertgo la felicidad de olvidar fácilmente todo lo que me importa poco, y co mo entre otras cosas se encuentran en el número de éstas los detalles del calendario, de aqui que la mayor parte del año estoy como los niños en el Limbo, sin saber el dia ni la bora en que me encuentro.
Para mi es primavera cuando el aire templado y suave trac a mi oido Este documento es propiedad de la Bblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.