RENOVACIÓN 349 Que de esa incultura, que en la tusiasmo ante un toro que mata inuafición se refleja, no sean ellos res chos pencos o frente a un matador ponsables, es verdad como un tem, que de una estocada despide a su enepio; que con una educación de senti migo para el otro mundo, que placermientos fina y delicada no se explica se, con placer hondo, en las espiriel entusiasmo taurino, si no es mor tualidades de una comedia psicológiboso, también hay que tenerlo por ca o de un buen drama que despieste inconcuso. sálvense, como es de verdaderos afectos.
rigor; las excepciones honrosas. Eso de la mirada, que antes se deQue no es fiesta del intelecto no cia, basta para meterse en la cultuhay que decirlo. Basta mirar la Pla ra de los dos públicos.
za cuando más sonada es la baraun Cierto que el uno, el teatral, es el da que hay en ella. mismo, en parte, del de los toros, Que no es posible que lo sea, cuan porque la moda hace mucho, en esdo se place en el martirio, en la tor to; y una convención ha promulgado tura, en la muerte, por evidentísimo que Clemente debe ir donde la geinhay que tenerlo.
te vaya, Pero verdad también que el Es más; si el público taurino, por de las teatros es el más seleccionado, necesidad, hubiera de reclutarse en el distinguido, el más culto tre las gentes que más saben, que Las broncas, las protestas, el pru.
más preciadas son por sus prendas rito de bullear, la ruidosa algarabia, de espiritu, que más piensan, que la forma como se exterioriza el senmás discurrea, las plazas encontra tir, todo dice de caracteres y notas ríanse medio vacías.
que la ineducación comprende, Las llena en gran parte un público No; no se desprende cultural, proal que no se quiere ilustrar.
ducto de los toros. Se da el caso, en Si se le ilustrase ya no tendría tan ellos, de que hasta no entienden de ta afición a los toros.
toros el noventa y nueve por ciento Si se afinara en la hermosura de de los espectadores. sus sentimientos, más grandes y más Verdad que para el goce que los claros que en ninguna otra clase 80. más sacan de esa fiesta no es precio, cial, tampoco sería fácil que prevale so entender, pero así es el público ciesen las corridas tauromacas que la frecuenta.
Mantiénelas, en una porción de No aparece culto él ni aun, en gentes que las ve, la incultitra, el ig aquello de que es devoto y creyente norar, el no saber.
empedernido:. ii. con la ignorancia, la ausencia de En otras disciplinas, cuanto más un enjambre de préseas espirituales en ellas se penetre, cuanto mejor se que se conquistan, casi siempre, en comprendan, más satisfacción espila delicadeza del trato, en el de los ritual experiméntase tratándolas.
libros, en el disfrute de goces de ca. En ésta, si disciplina llegase a ser, rácter moral desgraciadamente no al basta con no despreciarla, que el go: alcance de todos los hombres, no por ce que produce en los más no viene falta de aptitud, de propensión en de entenderla, sino de emocionarse ellos, sino por deficiencias de la por con los accidentes de sų, desarrollo bre cultura que pudieron recibir. en la práctica. No es, pues, y se explica, de los No indica en ello mucha cultura, más intelectualmente educados, el aunque sí, en ese sentido, tiende a público taurino; de él al teatral, al no desmentir el carácter que ostenteatral que se entera de lo que ve, tar debe el arte.
hay un abismo Sea, pues, arte el toreo.
Más fácil es alborotar, emocionar Mas no se discuta referentemente se con las excitaciones fuertes de la a la cultura que supone.
Plaza, subir hasta el delirio del en. Tan desmedrada es, que no nos la Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Uzano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cuttura y Juventud, Costa Rica.