RENOVACIÓN 341 que la atraviesa, es raro que se con caminan resucitamente a sorprennueva con los pesares refinados por derla, y los demás sufren, resentidos la civilización y el arte, que inquie de su parcialidad, llenándose el cotan a los hombres y matan a las so razón de sentimientos corrosivos y ciedades.
deseos enconados de represalia.
Uno de los fuertes móviles de No sé dónde buscaremos remedios nuestra indiferencia, consiste sin a semejantes males. Las escuelas igduda, en la corriente exhibición de foran el vicio en cuanto a darle gucsólo el lado grato y placeiitero de la rra; las familias son hechura de las vida. Por allí se llega con asombros escuelas: y en cuanto a las prácticas sa facilidad a un excepticismo cruel, religioso educativas, se concretan a de parte de quienes no tienen como empeiiar en el catecismo la memoria las masas los alcances que permi de los niños, y a hacer como que les ten la crítica de las ajenas felicida ocultan las realidades de la vida, sin des. Un joven estudiante considera mirar que son anchas las hendijas la llamada vida bohemia como un por donde, desde la tierna infancia, gran desiderátum; el contacto con el se dan el inexperto gusto de verlas, amor y el vicio, revestidos de las desnudas y palpitantes.
Bonajas del carnaval; las noches de Como una contribución bien inplacer estimuladas por el vino y tencionada a la morigeración de las adormidas, por la música; las corte costumbres; siguiendo la sabia conrias libres, sin una severa voz que ducta del padre que, al ser advertida pueda alarmarlas, ni una perentoria por la naturaleza de que el hijo entra exigencia de dinero que las quiebre, en la pubertad, le llama y le abre los la delirante alegria que suponen los ojos con tierna y franca solicitud, futuros neófitos bajo los párpados descubriéndole todos los horizontes adorinilados de todo calavera y de y señalándole log escollos, deberiatrás de la reseca piel de sus labios. nos levantar los velos y mostrar a Para el pobre a quien no alcanza los ilusos lo que ocultan detrás.
su soldada, y el artesano al que no ¿Cómo sustraer a los niños y a los alimenta su jornal, y el muchacho jóvenes del contacto y reducirlos a lleno de trampas que no ve nunca el que no respiren un ambiente venesol claro, las consejas de vida rega noso? La calle, el parque, el paseo, lona llevada por funcionarios derro la escuela, son emboscadas contra la chadores de salud y de dinero, sont moralidad de las familias: de unos un estímulo a la tristeza y constante aprenden los otros, con la desventmanantial de sorda envidia. taja de que la progresión es geoméLa artesana que ha merecido el trica. contacto de las gentes ricas; y la Aun tenemos derecho a procfamar muchacha del pueblo a quien los patriarcales las costumbres; y con imprudentes padres han facilitado poca ayuda sería fácil arrojar lejos manera de que asome sus curiosidla las simientes del mal y declicarnos des de mujer por encima de los ta a confortar y robustecer el hermoso.
Isiques siempre bajos y mal vigila pulcro y amable hogar antiguo. La dos del vicio fastuoso, vagabundo, civilización que nos invade, hace perfumado y lleno de soñados delei marchar de prisa, tanto más cuanto tes, forjan, a costa de sus desvelos que falta ja experiencia a nuestra unas mil y una noches donde todo vida, y con ella el necesario freno a personaje es una tentación. tos arrebatos de la novelería; pero Aspirando de continuo a 10 super si lo que nos espera son las esceficial, creyendo que en el centro de nas, y las costumbres, y los dramas, esos misterios, y esos anhelos, y esas y la degradación que suthtentaciones, y esas brillantes luces suelo moral de las grandes capitales, se esconde la dicha, los unos se en constatemos el peligro y tratenos de Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.