340 RENOVACIÓN gado al concepto optimista del plazo fatal, del qual Metchnikoff hace uno de los casacteres dichosos de la extrema vejez. en realidad la hoz le fue lo más clemente posible, y su vida se apagó como lámpara sin aceite como dice el vulgo, por consumo natural de su húmedo radical como crcía él mismo. Estando en buena salud, escribe su resobrina, sin sufrir de dolor alguno y hasta. con meute serena y contento, le dio un validito que hizo las veces de ronia y le hizo dar el último sus piro. Fué la conclusión tranquila de una vejez particularmente serena. aquel honibre, a pesar de tantos cuidados prodigados a su salud, no fué inútil. Dotó a su patria con fortificaciones muy ingeniosas y se de dicó mucho al sancamiento de pan.
tanos iufértiles y dañinos. Sus coetáncos sólo tuvieron motivo de ela gios por el cuidado que dedicó a su clase de vida. Pero para obtener semejantes resultados quizá no bastará can reglamentar hasta sus meno res, actos con tanta minucia. Hay que poderlo hacer, disfrutaſ como Cornaro de una buena fortuna que permita crearse dias pasatiempos que quehaceres, pasar su vida en leer o hablar con buenos y eruditos amigost canibiar de casa y de campo según la estacióntodo cosas que desvracialiamente reducen el númerode humanos susceptibles de seguir con provecho las reglas de vida y el régimen que aquel héroe de la sobriedad pensaba haber erigido en código generoso para bien de la humanidad entera. Doctor Henri Bouquet. Visita interesante. dla quoruba Din el presidio. y tenlinea panel burdet. Der Minden Los que tenemos hijos, precisa to nos aficionamos, hemos respirado que. abramos cuatro ojos, como dice hondamente, convencidos de que la hiperbole popular. Con que abra aún el sentimiento, friente cficaz de mos: los dos que tenemos, basta y regeneración, reina en algunos corasobra, sin. einbarvo, para comprei zones.
der cuán arduo problema nos está El motivo iran es banal; pero plantcado en relación con su porve a eso se contesta que no importa el nic intelectual, moral y físico. caso, pues lo que vale y alienta es En el teatro, cuando la ostenta. que atin nos queden lágrimas, ción y el lujo no embargan todas las Más lejano de la verdadera belleza facultades de quienes los exhiben y está sin duda el espectáculo de un quienes los admiran reverentes, aun caballo que, tras ruda carrera, agohemos visto, en presencia de los es niza en medio de la calle, čo con la cacasísimos números, apreciables que beza partida contra un poste; pero pasan aqui por las tablas, un escalo demasiado sugestivo para quien hafrío de verdad artístico, rozar la sen ya observado al rededor de la sansibilidad de público. Cuando olvida gre y la tortura, a los granujas dos de: vanos prejuicios sociales nos echando bromas, indiferentes, si no ha sido dable constatar algunas là alegres, a la vista del desastre. Si el grimas mal disimuladas, al romper dolor es universal, debe ser univerlas luces bruscanente la sincera con sal la conviseración; y quien no se goja con que a menudo se sigue, a duele de una mariposa batiendo las favor de la oscuridad, uno de esos alas tenuemente, como para acelerar dramas cinematográficos, a que tan. la muerte producida por el alfiler Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.