RENOVACIÓN hecha talvez entre la red de notasque me parece que todas las fuentes.
también llevan sonrisas que cuajan a veces callaron su dulce canción de suspitos.
en sollozos de alguna melancólica can. ción. Entonces ponemos nuevas cuerdas al Me parece que ya no hay rumores, arpa del corazón y cantamos a la primarumores de trinos vera que lorece en nosotros: ni de besos, en la arpa del viento que pasa fingiendo sollozos de olvido.
Hay en todo suspiros de dicha, hay en todo fulgores de fiesta.
Me parece que nunca tus ojos En el cielo puro tan suaves, lan vivos, de la mañanita, mueren las estrellas; volverán a regar en mi frente y las mariposas su limpido brillo.
con alegres giros de danzas aéreas, agitan sys alas ¿Por qué le has marchado. y en el húmedo ambiente revuelan.
No sabes el frío Las flores esparcen que sacude mis nervios cobardes su mejor esencia. mis nervios de niño y los pajaritos cuando pienso que acaso no vuelvas cantan como nunca tan dulce lo hicieran. a alumbrar con tus ojos los míos?
Las nubes, lingiendo barcas que se alejan Reinecita, no tardes, se muere, hacia mundos nuevos, se muere de hastío. rápidos los remos e hinchadas las velas, el poeta que tiene su numen me dicen por medio tan sólo en lí fijo.
de las blancas lenguas de mil blancos pañuelos de seda: Reinecita, no tardes, parece amor ha triunfado que todos se han ido, y a gozar de su triunfo te espera. y que vago sonámbulo y triste en tanlo en mi alma buscando el camino.
brotan flores nuevas, que a tu reino me lleve. No tardes cuyo aroma jamás mis sentidos ¿por qué no has venido?
gustaron. Estrella, Reinecila, no tardes, que lejos cómo agita tu amor en mis sueños. de ti siento frio. sus rojas banderas. He Después es un amigo, casi un hermano, vibrando por el amor, también en que va a editar un libro primoroso, en el tonamos melodías tirstemente dulces, ba cual su fino pensamiento supo cristalizar nadas por la voluptuosa emoción de la me las más allas beliezas. Entonces le rogalancolía. acompañándonos con el mismo mos que nos permila poner el rosal de unas instrumento conque acabamos de canlar palabras a la entrada, y exclamamos: ese renacimiento del corazón, si aquella a quien amamos no está cerca de nosotros: Es este un jardinillo.
Lo plantó una conciencia, Me parece que ha tiempo tus ojos y en las tardes doradas del verano no alumbran los míos. la musa del amor viene, y lo riega.
me parece que ha tiempo tu boca cuajada de mimos, No lo circundan vallas no desgrana palabras de azúcar de punzantes espinas, siempre abierta sobre mi cariño. como una voluntad que abre los brator está la portezuela: Me parece que todas las aves y en el fondo, como un lienzo de vida rompieron sus trinos: que el sueño de las flores protegiera, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cuttura y Juventud, Costa Rica.