RENOVACIÓN Tendríamos sonrisas suficirates para ha tima sonrisa: la helada, pero al fin apaci cemos invencibles.
ble sonrisa de la muerte!
En los caminos de la vida, está cayendo incesantemente una tenuc nevada: la Notad que estoy insistiendo bravamente sonrisa. Aquellos que saben recogerla, foren las aguerridas jovialidades de esta char man graciosas bolas y van en tropa locuaz la, en la idea de un derecho a la sonrisa. tirandose a las qucas el dulce calofrío de Todos nacemos con él.
la ventura.
Lo tracmos. no debajo del brazo co ¿Por dónde hemnos de caminar que no mo el bollo de pan que la sonriente fe de tropecemos con un niño?
nuestros bisabuelos miraba en cada uno Pues si lo miráramos con la plácida unde los setoños de su prole. sino en los ción que su belleza reclama. seríamos felilabios que se contraen en forma de cu ces un instante. Porque los niños son las charas para dejar escapar los primeros va más encantadoras sonrisas de los hombres gidos: llanto alegre de vida, que afirma Al los niños! Delicadas hores de senen el corazón del que lo escucha el poder timiento y de alegría que llenan de perfuuniversal de la sonrisa.
me los hogares. Tiernas y dulces avecitas Pero succde con él lo mismo que con que saludan la aurora con la divina canla Libertad. Se la trae al nacer como pro ción de la sonrisa. piedad indiscutible, y luego suele perder ¿Quién resisle a sus gracias? Seria prescla en las ilusorias derrola, de la suerle. ciso llevar una piedra dentro del pecho La sonrisa es blanca, como la leche que para mirar a un niño con rencor o con borda con coqueterías de jazmin la boca envidia.
de los niños.
Acercaos a una cima y os sentiréis saQuien no conserve la leche de la infan. brecogidos de respeto. Son débiles muñecia entre los labios del corazón, no tiene quitos de carne sonrosada y nos parecen derecho a la sonrisa.
sagrados. Será la conciencia de su debiLos puros, los sinceros, los alables. los. lidad que obra en nosotros? será la exque llevan en el pensamiento como una plosión de la vida que ellos representan la camelia. 14 hidalguía, esos tienen derecho que inspira a auestros ánimos tan profuna la sonrisa.
da reverencia?
Hay sonrisas que son muccas. Dan la impresión fría y punzante de una daga Entre todos los cuadros del hogar, hay asestada sobre el corazón. Son las llama uno que canla y que palpita con mayores das sonrinas de la perfidia. Mistiſica encanlos de armonía. La primera sonrisa.
ciones prolervas Flores de trapo con que La madre se ha quedado extasiada, con adornan sus insaciables ansias de rapiña el fulgor de la dicha en el semblante. El los astutos microdeadores del sentimiento, padre ha caido de rodillas y en la exprelos sacrilegos baratijeros de la idea. sión de su toelro hay dejos de inefable terDe esos bienaventurados de la vida cá nura. Que pasa? Que ha sonrcido el niño.
moda, no será nunca ei lorido jardin de Yd sol del amor que reina soberanamenla sonrisa.
te sobre el grupo, lanza sus mejores rayos Si nos quejamos amargamente de la vi y enciende alli sus regias luminarias. La da, es porque no sabemos mirar sus ale cuna sonric las rosas del jarrón sonrien grias.
también: y en el pequeno espejo se retraEstamos empeñados en marchar a cor ta la radiante sonrisa de la estancia.
del, como sobre unos rieles, afectando una seriedad que nos estorba.
Cuánta pena da mirar a esos hombres la primera palabra. Ahl quien solemnes que van tirando del carro de una nunca la ha escuchado ignora la más noreputación consagrada de notabilidad, ca ble fruición de la existencia! El mutismo mino de los despenaderos de la Historia insiаuante cae vencido sobre el piso y alli cuyos bordes no encontrarán sino la úl ise duerme quietecito. El verbo surge como Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón tano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.