Violence

RENOVACIÓN 325 les siempre lameó el sedeño plumón de Quien deseche esas rutas, se extraviará una sonrisa. Es esto una nueva y pujante en el caos.
profesión de fe en la vida jubilosa son. Quien las tome y marche por ellas con risa de la naturaleza hecha desde la paso firme y corazón airoso, sabrá llegar cumbre de un nuevo y vigoroso sentimien al fin de la jornada con el pensamiento to. Es esto la demarcación de un nuevo blanco como mo la místicas que pone rumbo por sendas florecidas, de quien lle. la edad sobre las infantiles cabezas de los gó hasta aquí con el pensamiento libre de viejos.
rencores y dobleces; como la blanca e hin poco que la sonrisa se analice, brochada vela de un bajel de pescadores, que ta el sollozo. En cuanto meditamos el som dibuja en la hsonomia del mar una sonri llozo, salta el hilo de luz de la sonrisa.
sa de esperanza.
Sonrcir siempre, es la divisa de los bueSonríe el cielo al beso de la luz y alza nos. Sonreír de todo y ante todo. De los los tibios vahos de una aspiración de vi zarpazos insensatos de la pena que aceda satisfecha, de este milagroso con cha puestra debilidad para abatirla; de los nubio de sonrisas, brotan otras no me audaces pujos de la estulticia que nos inunnos embriagantes: la flor, que es la son da transitoriamente con su oleaje de los risk del jardín; el aroma, que es la sonri asfixiantes estrujones de la violencia que sa de la flor; el céfiro, que es la sonrisa del es la expresión más gráfica de la teaaire: los pájaros, que son la sonrisa de las lidad.
frondas; el trino, que es la sonrisa de los La sonrisa es una pequeña fuerza inpájaros; el murmullo, que es la sonrisa de yulnerable. Si el asesino supiera mirar la la fuente; el suspiro, que es la sonrisa del Bonrisa vehemente del puñal enviada bajo amor. cuando la noche viene y despa la noche a las estrellas, sentiria su brazo rrama su infinita tonalidad de sombras, aliviado del peso del arma que rodaría a abre en ellas amorosamente graciosos agu acabar de sonreír entre las piedras.
jeros desde los cuales sigue fluyendo so. Quién sabe? Cuántas redenciones que igbre nosotros la divina sonrisa de la luz. noramos habrán sido consumadas por una Quitad del mundo la sonrisa, y lo ha de estas inelables sonrisas sin necesidad bréis hecho una mueca.
de sangre inútil ni de calvarios de mal. La sonrisa es sana y reconfortadora. gusto ¡Cuántas veces bajo el dorado fulgor de La sonrisa es consuelo. La sonrisa es su relámpago, caen al suelo las armas que azote. Para vengar la afrenta que nos hie.
llegaban a herirnos. Cuántas veces dilui re, no hay como arrojar a la faz del ofenda en su claror nuestra amargura, se sor un ramillete de sonrisas, con la eleganconvierte en tristeza, esa dulcísima ambro cia y la ufania congue se lanza al rostro sía, que no es dolor y tiene sus perfumes de una hermosa en noche de carnaval, un acres, que no es placer y encierra la Vor fragante puñado de confetti.
luptuosidad de sus hechizos; que es la re La sonrisa es alhler que clava en las velación más intensa, y noble, y victoriosa paredes del ridículo, la nocturna mariposa de la virtualidad del pensamiento de la insidia que nos importuna.
Porque la tristeza es la inefable sonrisa Al discurrir en estos mismos días en la de la idea.
soledad llena de rosas de mi escritorio, Vuelvo la vista hacia adelante, es decir, sobre las calamidades que según los homhacia abajo por la pendiente opuesta a la bres sérios amagan a la patria, he llegado que acabo de vencer, y no diviso sino dos pensar que si nuestros eximios educasenderos, dores nos hubieran puesto a cultivar como Paralelos? Me parece que no. Noto es debido nuestro ingénito derecho a la entre las brumas de ese horizonte que lla sonrisa, no tendría razón de ser la congoja man porvenir, frecuentes conexiones de am que hoy se come a algunos al ver que no bas rutas. Diriasé una escalera de infini tenemos ejércitos de línea ni relucientes 81tos peldaños en zigzag. Son los caminos mamentos para salirle al encuentro a la de la sonrisa y del sollozo.
conquista, Este documento es propiedad de la Bblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica