EL DERECHO LA SONRISA CHARLA JOVIAL Menudo chasco ze han venido a llevar función para los hombres venerables que los que atraídos por el benévolo anuncio vinieron al mundo envueltos en la toga de los señores directores de este Centro, del funcionario o en la levita severa y caspensaron asistir a una conferencia.
posa oliente a rape y a naftalina del Ante el sentido horriblemente serio y personaje de academia. Esos que hablan secamente académico en que esta palabra en geroglificos y discurren silabeando descruza en andas nuestros ambientes erudi de pequeñines.
tos, quien como yo tiene sangre jovial y La seriedad. Qué fastidio!
mocclona sangre de gamín y de arrapie La circunspección: Qué pereza!
zo tiene que reventar en carcajadas. Reunir en tomo de una mesa manoLa conferencia es cosa respetable. in jitos de flores y gavillas de trigo maduro y mensamente respetable; y se me figura bien oliente, para servirles por todo agaque para apěchugar con ella, necesario se sajo una soporífera disquisición universirá compraret. aunque sea al crédito, taria!
una enjuta cara de filósofo con frente arru Alabo el gusto y la excelente voluntad gada y greñas al desgaire, o una circuns de quienes se pirran por cargar con tal em.
pección con lenles de sabio a las usanza presa.
de ahora. Se me figura tambiéo y en esto Después de todo, cuán escasas son las no hay puntas de fisga que el traje de conferencias que no resultan la lectura en eliqueta es de rigor en estas malandanzas. voz alta del último libro que entró como El traje de etiqueta. rauda golosina engañar las incurables. Fué indudablemente en una noche de avideces del postulante! Si al menos te gran baile la moderna, al ver al hom examinaran los asuntos con criterio propio bre mctido entre la sorna de un fracy y se exprimiera, como en cuba sedienta el bajo la lustrosa hilaridad de una chistera, rojo caldo, una cualquiera conclusión ori que le asignaron una ascendencia chim. ginal. pancesca los acuciosos investigadores que ero noto que voy excediéndome en el con Darwin, antes de Darwin y después prólogo. Porque esto no es sino el prólode Darwin, se entretuvieron en morder go de esta charla jovial que se llama El sabrosamente las cándidas manzanas de derecho a la sonrisa.
nuestro divino origen.
Perdóneseme la extensión del preám luego el aire sentencioso de perdo bulo, en gracia a la bendita gracia que he na vidas. literarias o científicas que es tenido de no dedicarlo a esos desteñidos preciso adoptar para infundit un adarme malabarismos de modestia que son la ende fe en la prédica. trada sacramental de toda alocución de alI No y no. Quédese fan trascendental guna monta.
Unos comienzan: Inmerecidamente. Leidąc al Club La Libertad y. en el Aresco da escogido para llevar la palabra en este la Juveatud.
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