En HOMENAJE al vigoroso poeta costarricense y como REGALO a nuestros suscriptores, engalanamos todo el presente número, con producciones de JOSÉ MARÍA ZELEDON. RIO MAR LA JUVENTUD.
a vida comprendió que en la carrera incierta reflejando en mis aguas el paisaje. bebiendo sol en todos los miraies. eternamente vario; la dormida. no estaba, no, la Juventud mus cierta; quietud del lago en que el silencio anida y que su vida frivola y desierla sólo retrata un cielo y un boscaje. era tan sólo un álbum de paisajes; Yo recolo a millares las visiones y al rendir su tribulo con nobleza al paso de mis garrulas corrientes, al pedazo de mar que reflejaba sé la Ciencia de las Transformaciones siempre una misma roca de grandeza. y entono cada dia mis canciones Horó sobre las ondas la tristeza bajo los arcos de diversos puentes.
de su vida. el mar ni lo escuchaba!
Soy juventud y llevo en mis entrañas Juventud, sed el mar que lucha y cania como un compendio de ilusiones bellas a. baliendo rocas de infinito anlıclo: el saludo gentil de muchas carias, Scd la onda vivaz que se levania el perfume de todas las montanas, para escalar con victoriosa planta la sonrisa de todas las estrellas.
la deslumbrante claridad del cielo.
Acostumbrado a ver los panoramas No os arrastréis jamás por las praderas: a ninguno me apego, como el viento como el rio, on cadencia fugitiva, que sacude a la vez lodas las ruinas, lamiendo a vuestro paso las riberas beso al pasar helechos y retamas.
por recoger visiones. Las banderas bajo la eterna paz del firmamento. del mar, sólo se agitan lacia arriba!
En tanto llegó al mar, y vió las olas cuando el viento del sofisma arlero batir con majestad la roca dura, vuestros dormidos entusiasmos nombre, silenciosas, inirépidas y solas, contemplad al perión, firme, altanero. entonando sentidas barcarolas tiene en su soledad el gesto fiero siempre a la niisma, inabordable Altura de la dcerada voluntad del hombre.
Miró la enhiesta mole de granito Sed como el mar, espejo permanente reflejarse en las andas azuladas de un pedazo de ciclo y de una roca; cono la proljección de un infinito, espejo móvil que perpetuamente, y. oyó el jocundo y victorioso grilo se alza a la luz solar como una frente de las aguas por siempre renovadas y se abre al huracán cono una bocai Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.