310 RENOVACIÓN empeño a que la mujer se instruyera; anatomia, la fisiologia y la medicina?
porque esclavo instruido, es mal cs Convendría que los jóvenes de amclavo. bos sexos, hiciesen una estadia en La educación de la joven es apren los hospitales y aprendiesen, además dizaje de domésticas se desarrollan del arte de curar, el respeto al dolor sus aptitudes con la idea de formar humano. Cuánto más. valdría eso la para un amo; se le enseña lo pre que les cursos de piano para las ciso para que no cometa muchas fal unas y el cuartel para los otros!
tas de ortografia y que no parezca. Después de siglos y siglos de esdemasiado tonta en una conversa clavitud, ha conservado custuinbres; ción; se consiente en enseñarla alt pensamientos y gustos de esclava.
gún arte de adorno, el piano, por Observadla: en la más honesta enejemplo, que afecta poco a las pre contraréis huellas de venalidad, aunrrogativas masculinas; pero se guar que sólo sea respecto de un maridarán bien de iniciarla en las cien, do. Al ofrecimiento de un vestido cias, que le abrirán los ojos acerca de nuevo, de un regalo cualquiera, se las mentiras religiosas y sociales. manifiesta más cariñosa, lo que es ferndamentos de su servidumbre, ni vergonzoso. Como todos los esclade interesarla en la vida pública, pa: vos, aplaude el éxito, y prefiere la Ta evitar que sienta las inspiraciones medianía que llega a brillar, al méride la rebeld ia.
to positivo: que permanece obscure. Se la encierra en la casa entre las ciclor; siente necesidad insana de apacacerolas y las labores frivolas. se rentar, de atraer miradas, de domiembrutece su inteligencia con lec mar, de humiliar. Como los salvajes, turas necias; se envilece su carácter gusta de dorados, cristalería y repor la costumbre de la obediencia. lumbrones inútiles; pasa loras enteObedecerl, tales, desde su más tiernia ras en los escaparates de joyería, infancia el objeto constante de su admirando cosas da. Al mismo tiempo se desvia su tes; se cubre de collares, brazaletes, sentido moral por exhortaciones te sortijas, pendientes, cintas. y perifo.
nidas por virtuosas, que en realidad llos que no tienen razón de ser, pero son degradantes. ocultándole la que cuestan mucho y dificultan la luverdad y reglamentando sus lectu cha por la vida.
ras, se la ultraja; se le hace la inju Su toilette, no es otra cosa que un ria de suponer qué, entregada a si desafio a la higiene y al buen segmisma, sería incapaz de contenerse; tido; lleva plumnas en la cabeza como se le considera con el cristianismo, los salvajes. y nuestros militares. como un ser impuro. Envilecida en Cono los salvajes, usa amuletos pore su cuerpo y, lo que es peor, en su tadores de la buena ventura: se pinz. cerebro, la mujer es presa de todas ta ojeras y colorea las mejillas, y los las supersticiones y de todos los pres labios; se deforma y se mutila: se juicios.
agujerea: las orejas para llevar colEso no debe ser: la mujer como gantes, y gracias que haya perdido el hombre, debe recibir una educa la costumbre dle horadarse las nari.
ción resueltamente científica; las ces y los labios, lo que supone un ciencias, y sobre todo las ciencias progreso. Mete sus pies en calzadus naturales son indispensables la extravagantes, impropios para la mujer; priniero para limpiar de una marcha; comprime suis pulmones y vez para siempre su cerebro de todas estómago en un corsé que comprolas sandeces religiosas; después, mete su salud y la de sus hijos, si porque habiendo de criar los hijos, puede ser madre. Pero, todo ello le necesita saber qué es un organismo, importa poco: en los cerebros que la la vida, el amor y la muerte. Cómo esclavitud ha deprimido, la vanidad puede cuidar un niño si ignora la es lo primero. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica