RENOVACIÓN Anhelos Hondos por este su nativo trovador; en mi pueblo. y que manos cariñosas me lleven a la buesa muchas rosas cortadas con amor.
Allá to el camposanto que esmaltan las auroras de amaranto y las tardes de sándalo y carria, allá donde la hiedra abraza con amor la cruz de piedra anhelo ahora descansar al fin.
Allá donde los vientos juguetones.
columpian los rosales en botones. y Horan al pasar, allá donde los lúgubres cipreses me esperan hace meses anhelo descansar.
En mi pueblo que doble la campana bajo el oro del sol de la mañana Mi cuerpo que se torne en pasionarias, y que adornen las tumbas silenciarias en las tardes de Jumbre tropical; es el único anhelo que hoy me inspira y que siga la cruz siendo la lira del alma mía que será inmortal, Lisimaco Chavarria. Ultima composición del poeta costarricense que acaba de morir. La oreja de Amargoso Artículo ofrecido como regalo al Gallito por su brindis de ayer tarde Brindar la muerte de un toro es mientras las masas ululaban ebrias la ofrenda más valiosa que un espa. Je sangre de caballo, mi mano temwol puede hacer a otro español. Los blaba de coraje y hubiera escrito en que tienen dinero recompensan el el pequeño espacio blanco un poema trabajo del torero con billetes de de indignación y vįlipendio. Quien Banco o brillantes engarzados en pensó herirme en el corazón al aros de oro. Ayer, un lidiador famo obligar al torero a un brindis que se llamado el Gallito, excitado a ello no sentía, logró su objeto y me dió jor las imprecaciones de dieciocho una buena puñalada. Cómo pensar mil almas, o cosa parecida, se quitó que cl Gallito habria de convencerdelante de mi su montera negra, me me porque mató a Amargoso de una. habló en un lenguaje que no entien certera estocada. cómo soñar yo do, y después de matar un toro me que el Gallito pudiera jamás darse envió la oreja del pobre animal. En cuenta de que no mataba a un gora, tonces yo, correspondiendo a su sino a su misma patria? Nunca senbsequio, le arrojé una tarjeta con ría capaz de demostrar a ese lidiador este extraño escrito, que debía con que de las plazas de toros sale la servarse para edificación de flamen. epidemia del flamenquismo; nunca cus: vale por un altículo en El Pue dejaría él de creer que una profesión hlo. qué otra cosa podria. yo que le reporta anualmente medio ofrecer a un torero si no es uno de millón de pesetas no es un oficio esos artículos tíos en los que burla indigno o perjudicial.
burlando doy a mi pobre patria el Pocos fueron los que comprensecreto de su degeneración. Qué dieron cuánta fortaleza de ánimo no podria, en mi forzada miseria de in es necesaria para presenciar desde telectual español, regalar al to un palco los caprichos del pueblo rero celebre que en el térinino de que se divierte. Hicieron bien los dos horas gana seis veces mil pe que me insultaron, los que silbaron, setas?
los que aplaudieron, los que a griPor eso, al escribir aquella tarjeta, tos pedían que hablara; se mani. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lízano del Sisterna Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.