RENOVACION elevado del pensamiento, es una co tituyan, y así sucesivamente hasta lo pia de la tragicomedia de aquellos infinito, esto, es, sin que haya habia: filósofos. El materialismo científicodo principio ni pueda haber un fin, el positivisno o racionalismo con aliora, el hombre se ye desnudo, temporáneo, no ha podido desacredi huérfano del ideal, poseido de la tar por completo la Metafísica; ha sombría tristeza que le inspira el concluido por el contrario, revelán convencimiento de que ni aquéllo dosenos como una nueva concepción que tenía antes ni lo que hoy rechametafisica, tan débil para resolver los za han contenido la Verdad persegrandes problemas morales de que la guida, la Verdad ansiada, la luz punaturaleza liumana nopuede prescin ra a cuya claridad el anhelo intimo dir, que poco a poco ha ido realizán del alına sonria, cogió el niño en la dose una reacción, no ya en el sentido cuna que se siente amado y que no de restaurar el ideal mistico hecho conoce incertidumbre alguna en su añicos por la ciencia, sino en el de porvenir.
prescindir, simplemente, del ideal os grandes pensadores, los espi, moral del materialismo. La inteli. ritus superiores sólo sufren en esta gencia humana se encuentra asi en crisis como se padece durante una las mismas condiciones del individuo pesadilla, de la que al fin se despierque regala el único traje que posee ta y en la cual hay a veces la intuial recibir otro que, después de en ción de que se está soñando, de quie sayado, resulta no servirle, de ma todo el malestar del ensueño desnera que está obligado a permane aparecerá al disiparse como un encer desnudo. Esta desnudez es la sueño que es; las inteligencias pricrisis, intelectual y moral.
vilegiadas pueden abrigar el intimo Existe en el hombre una necesidad convencimiento de que asi como a imperiosa, irreductible, que ha exis aquella abdicación del pensamiento tido siempre, en todas las razas y en en el sólo sé que no sé nada todas las edades: la necesidad de ex sucedió la vigorosa filosofia Kantiaplicarse el misterio del alma, del na, la demostración, con el que po mundo y de Dios, El siglo XIX te hi demos saber. de la posibilidad de 20 arrojar lejos de si el dualismo al la ciencia y de la metafisica, asi en presentarle el monismo, la doctrina el mañana puede una nueva filosofia unitarista que surgía con el Renaci sacudir y disipar el desaliento del miento y ante la cual huían en fant siglo intelectual, y esta intuición les tástica deşhandada las tinieblas del será suficiente para sentir bajo sus fanatismo de la Edad Media; el hom pies el punto de apoyo que esas bre, al abrir las manos para recibir grandes inteligencias reclaniami imla nueva doctrina, dejó caer al suelo periosamente, como reclama el cuersu ideal místico, que se hizo pedazos; po una base sólida en que mantey ahora que la inteligencia humana nerse para no experimentar la anse vuelve lentamente contra el ideal gustia física de la caida. Pero los amoral del materialismo, ahora que espiritus superiores son la excepción el hombre abre sus manos fatigadas de la regla general; queda la gran por el peso de una doctrina que es masa anodina de que las sociedades, enemiga del propio hombre, que le los pueblos y las naciones están forniega su inmortalidad, que niega mados, y la mediana o poca inteleco a Dios, que suprime toxla cau tualidad de esta gran tiasa no tiene sa final en la creación, que punto de apoyo alguno. ella lo necondena al Universo a una eterna cesita, porque hasta ella llega vagaevolución en la que nuevos mundos mente como un rumor el malestar y nuevas humanidades vendrán a moral que provoca la crisis del pensubstituir a éstos, destinados a desa samiento humano; el pueblo se da parecer como aquellos que los subg cuenta, sio ser pensador, sin coEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.