RENOVACION utialarte sin más ambición que el ansia de las cosas que se envidian.
No; yo quise como al trigal de conquista; Ilegar hasta ti he querido como al surco la semilla; como la lluvia, al verano, cae en la tierra bendita, y como el sol, por las tardes, cuando el campo fructifica, besa con santos fervores la bendición de la espiga.
No quise con artimañas ganarte. Fresca y sencilla, la rosa de mis amores puse en tu pecho. Tenía lanta fragancia, tan pura coloración, tan altiva dignidad, que aquella rosa, por el afán convertida, se volvió flor de esperanza, for de triunfo, que tú misma, con aquel íntimo arrullo de tu presencia, oprimías con tus manos bienhechoras, para que hoy el alma, en risas dc gloria, te la ofreciera sobre el altar de la vida. El Padre Félix por Alfredo de Lhery.
Pensamos que el catolicismo no es res instantes siquiera ese antifaz y robarle ponsable de los males que en este libro el cilicio de la mano para mostrarla tal se atacan.
cual es, ya que me cupo el infortunio La castidad mal entendida y desen de conocerla en todos sentidos.
freno sexual conducen semejantes cxtre Oh Virtudl Con razón ponen tu trong mos. Toda desvirtuación de la naturale en el cielo.
za, por defecto o por exceso, es temible. Tú te ostentas sublime, sí, pero en dentro del seminario y fuera de él. esos lugares excelsos donde jamás llega Leamos ahora dos páginas, una del el aliento inſecto de la hipocresía.
comienzo y otra del fin del libro; Tú ciñes la frente de los convencidos, cuyas acciones van todas selladas con una Hacia ya varios meses que la solana hoja de laurel. cubría mi cuerpo: mi corazóo la desecha En la vida de los campos, en su esconba, mi mente se aferraba a la idea de que dido albergue, su color encendido y sus era el traje que más me convenia.
embriagadores perfumes se lee uno de tus Esa incesante lucha que trabaron mis símbolos, la Modestia.
ideas entre si me fue debilitando len En un arroyo que cruza fugitivo sobre tamente hasta dejarme postrado: continuos un Iccho cubierto de flores, dulce cantor insomnios, falta absoluta de apetito que de los campos, cuyos murmullos parecen fue causa de prolongados ayunos y una las quejas de la ausencia de un cariño, alamante tristeza abatieron mi cuerpo y y lágrimas de esperanza soñada las gotas me vi obligado a guardar cama por varios que de sus orillas se desprenden, se alcanza uno de tus atributos. la Resignación.
Quisiera aquí romper mi pluma y se En la solitaria fior de los Andes, que pultar varias escenas en el más profundo sobre las pieves se eleva con asombrosas riacón del olvido, pero es imposible! galas y que parece encerrar en su corola Convencido como debe estarlo todo el el espíritu de una virgen, se comprende mundo de esa hipocresía llamada congre una de tus glorias, la Castidad.
gación religiosa, que suele ocultar sus lor. En la palma de los desiertos, que se mepes acciones con el antifaz de la virtud y ce ante las brisas y lucha contra las airaque para disimular la palidez y abatimien das tempestades, alli estás tú, allí está tu to del pecado constante muestra un çili símbolo, la Fortaleza.
cio, me he propuesto quitarle por unos En los misteriosos reflejos de la luna, días.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lízano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.