RENOVACIÓN. Tiia Ei de los humildes, y un ancla rretero pasa frente a la puerta de la de salvación nos ofrece.
finca, aunquc a una distancia que im: cuando la vida naufraga. pide verlo, María Rosa, como desper(Con más calor cada vez. lando de un sueño, dice. Quiere, quiere que soñemos Maria Rosa La vieja canción, la eterna en el Amor?
y amante voz solitaria María Rosa. Como en un éxtasis. que cruza el campo callado.
Esperanza Jac. Como el Amor que nos llamal constante de los que sufren, Quieres, quieres que soñcmos risueño Jaurel del alma, con el Amor que las frentes acaricia. Tomándola de las manos apasionadaYo, en mis noches solitarias mente. Pausa breve. soné con él, silenciosa, Maria Rosa. En mi alma bajo el rumor de las parras.
se ha hecho una luz.
al reflejar de la luna Jacinio. De consuelo. sobre los campos de plata.
María Rosa. De consuelo y esperanza.
mientras la canción errante Jacinto. Con gran ansiedad. del carretero, que avanza entonces. con su carreta de bueyes, María Rosa.(En un arranque heroico)
rumbo a la próxima estancia Sil. Que te quiero resonaba en mis oídos Te quiero con toda el alma!
como el eco de una santa (Jacinto imprime apasionado beso en los y amada voz que al misterio lubios de Maria Rosa. Silencio. del porvenir me invitaba. Jacinto. En voz baja. iPero no!
Con este beso, una estrella Jacinto. Sil. Quieres hacer e enciende en mi corazón.
que viva esa yoz lejana Maria Rosa. Dulcemente y serialando de nuestro casueño, en un lazo al horizonte.
de luz y de venturanza. Mira. no yes. Es aquella Maria Rosa. Cómo?
que acompaña a la canción.
Jacinto. Yendo hacia el Amor. Dobla su cabeza sobre el hombro de laMaria Rosa. Por dónde?
cinto, que vuelve a besarla ardienteJacinto Por donde él vaya!
mente. La canción del carretero se va Maria Rosa. para qué?
apagando a lo lejos, y desciende muy Jacinto. Para unir lentamente el telón. los astros de nuestras almas.
en una constelación palpitante y soberana. Margarita. Que se ha acercado con como la Vida.
las demás mozas. María Rosa. a qué Las palabras del maestro llegarian nuestras ansias. son muy dignas de escucharse.
no teniendo libertad.
Juanita. Moza primera. Aparle. que es lo que el amor reclama? No está bien de los tornillos Jacinto. la suprema ventura!
el viejo.
Sabriamos conquistarla Moza Primera. Qué disparates triunfando sobre el destino. irá a decir. Maria Rosa Tal vez fuese a la desgracia El Maestro. Pues entonces. Silencio. Desde un momento antes se ha muchas gracias, y al instante.
dejado oir en lejania la canción me. Mientras saca los papeles, se habrá senlancólica del carrelero que pasa. Los tado. Hombres y mujeres le harán cirdos la escuchan religiosamente culo, formando un cuadro pintoresco Cuando la voz se aleja, luego de haber que el mciano Macstro domina con su dado la sensación nítida de que el ca actilud venerable. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.