164 RENOVACIÓN. hallo no solo provechosa, sino trang Creo sinceramente que si los profer cendental y renovadora. Americanos sores, médicos, naturalistas, físi. españoles nos desconocemos. Los cos, filólogos, historiadores, etcétera, sudamericanos nos miran recelosos americanos, se decidieran, con ocaal través de las brumas del mar y de sión de sus frecuentes visitas a las sombras de una historia labrada París y Berlin, a hacer escala en por estadistas ignaros y codiciosos, Madrid y frecuentar nuestros laboolvidando que en todo tiempo alen ratorios y centros de trabajo intelectaron aqui hijos preclaros que abo tual, no perderían el viaje. Verían minaron de sus clases directoras y que en el viejo solar no todo es casoñaron en forjar una España gene duco: hay ramas que brotan con rosa y sabia, digna de Europa, y co vigor y anuncian bella florescencia.
laboradora en la Universal cultura. gran honra tendría la UniversiEstimamos, en fin, fecundísima, una dad, y singularmente la Junta de conjugación ideal entre esas pujan pensiones, poner a disposición de los tes, repúblicas americanas, limpias turistas sus profesores más insignes, de la roña de la tradición, aportado Sus Laboratorios y centros culturaras a la politica de concepciones y lcs y todos sus recursos docentes y tendencias conformes con el ideal materiales. Después de convivir èsmoderno, y el noble y viejo tronco piritualmente con nosotros, los intenacional empobrecido por las cargas lectuales americanos se llevarian, y parasitismos de tres siglos de este con el recuerdo de nuestro afecto, Ti! lucha, casi siempre contra sus la satisfacción de haber conocido más caros ideales y positivos inte una faceta, pequeña sin duda, pero reses. acaso la más noble y simpática, de Supongo que no todos los ameri la intelectualidad y del patriotismo canos o españoles de América nos español. visitarán exclusivamente como tu. Cuente con mi adhesión entusias.
ristas. En la esfera del arte somos ta y calurosa y téngame por amigo todavía ricos; mas en la de la cien y seguro servidor cia, no somos enteramente pobres. Santiago Ramón y Cajal. La farsa. Entre todos los formulismos de El gobierno de ordinario grave mocráticos, no hay otro que adquien con su espectáculo de fuerza, adopta: ra, ante un examen prolijo, mayores el consabido aire suave de protector contornos de farsa que una elección de la libertad y de la pureza de los Es, efectivamente en esta clase de comicios que ungirán con el mandaactos en donde se descubre una ma to a los representantes de los disyor cantidad de fariseismo y de pi tintos grupos sociales, y, por fin, el lleria mal oculta por las rigideces de pueblo, esa masa enorme e ingenua, la liturgia usual. que no sabe nunca a donde irá y que Carnavales en pequeño, durante vive fluctuante entre mil solicitacio ellos todo el mundo lleva su más nos opuestas, el pueblo también encara correspondiente: el político saya, en tienipo de elecciones, el vie truhán se disfraza de futuro beties jo traje de soberano con que los factor del pueblo, el pescador de río mandatarios le han regalado hace revuelto, y el husmeador. profesional años, y sale a piruetcar por las ca se ponen uno tras de otro, docenas lles efímeros alardeos de fuerza y de de disfraces correspondientes a otros conciencia, tantos cambios de la brújula de sus Farsa máximal. Dolorosa fara apetitos. sa que ayuda a perpetuar bajo el Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.