140. RENOVACIÓN No os traigo, como enantes lo liiciera, un oriflana rojo como la sangre viril, como la llaina Vetigadora, que azola con látigos de luz, til vengo a repetir la canción ya olvidada del Derecho prosurito, de la Virtud violada, del Dios de la Justicia pendiente de una cruz.
Traigo una vicja historia que hoy acude a mi lahio; la escribió, cuando joven, un lioinbre bueno y sabio de la Rusia, que ha muerlo lleno de santidad.
En ella no redoblan tambores de combate, nį en su sencilla tramu se escucha el recio embale dil mar de las violencias armado en tempestad.
No encontraréis en ella de la asonada histórica los rilyos, que iluminan con luces de retórica incomprendidas ansas que nunca han de vencer en caninos que no seun los del genial torneo en que hace gala el verbo de su chisporroleo, con el cual ni una vela podremos encender, Pero hallaréis en cambio, con majestad avgusta, un consejo sencillo y una lección robusta.
que es, sit Jíricos Bones de revuelta social, la simiento fecunda que al germinar un día cubrirá nuestros campos de flores de alegria bajo las explosiones del bien universal.
Oid: En una rama, mordido por el hambre y el frio, estaba un grupo de abejas de un enjambre desbecho por la manio Destia) de la impiedad; el viento y la lovizna insultaban al grupo que apegado a la rama torromente, no stipo.
bilarar por otros rumbos mayor comodidad.
Las horas, que llegaban con cargas de congojais. agobiaban la rhma y aplastaban las hojas, y las pobres abejas, agotado el vigor, pur más que discutian sobre su amarga suerte, no encontrahan salida para esquivar la muerte y seguſari, Turiosas, zumbaudo a su dolor.
Le pronto la más joven se alzó con arroganc morigeró el zumbido, y abarcó la distancia con la visla, en 1111 geslo de infinito desdún.
Ahri Tuego las alas, y sin temor al viento Il a la lluvia, lanzose con gentil ardimiento liasta un próxirno alero, Oras alas también siguieron luego el rumbo que señaló la audacia de aquel par de alas tcriue, que rompió la desgracia Com si hubiera sido puñal de doble accióny a los pocos minutos todo el enjambre estaba a salyan, y con ruidosos empeños se apreslaba a vivir la alegria de su resurrección, Ohreros de la vida, abejas laboriosas que llaccis todos los días las jornadas gloriosas del trabajo, que es fuente de salud y poder; si es cierto que la ama vetusta que sustenta vuestro existir; recibe cada rato una afrenta de la racha maldita que la injusticia creó, no gastéis vuestras horas en bellos escalceag de palabras, ni en pompas, ni en torres devaneos; imitad a la aboja que la lección os dió.
Que cada cual consagro a la energía un templo silencioso, y que sea el valeruso ejemplo porsonal, como estrella de insólito fulgor gtie alumbre los senderos al colectivos esfuerzo redont. or, que cambiando la ſnz de universo, halá de la existencia un ensueñio de amor. SEAEste documento es propiedad de la Bbloteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.