Violence

140 RENOVACIÓN Y, ciega de indignación, se lanzó chornosos de horas antes, el que lo como una furia, clavando suis uñas excito y lo avergonzó.
de gata embrayecida en el rostro de Libertándose de los brazos de ella, Fiacrán.
sin despertarla, como movido por un Este la estrujó y la arrojó violen pensamiento extraño, saltó fuera del tamente contra el suelo, demudaco, lecho y encendiendo la vela que esa fuera de sí.
parció por el cuarto su luz amari.
El choque y el alarido de sú víc llenta, comenzó a vestirsc.
tima lo hicieron volver en si; y, mi. contempló a Soledad, que prodiendo la enormidad (le su acto, se fundamente dormida, bajo el refledejó caer como desmayallo sobre un jo amarillento, semejaba un cadá.
banco. presa su ánimo de mortal ver auroleado de santidades, en la angustia, de angustia vergonzosa pálida belleza de la muerte. en Fiacrául no era sólo su amor, Mortal tristeza se apoderó de Fiadesbaratado así por la mujer que crán pensando que iba a abandonar adoraba. Era su orgullo el pisoteado su nido modesto, y delicioso, que le también, en ese arranque de mal re recordaba los únicos goces, las úniprimido desencanto.
cas delicias de su vida; así tan altaEl joven luchador quedóse parali nera y risueña como buena; tan dulzado en sus meditaciones, cuando ce y violenta como tierna.
los sollazos de su amada le hicieron Por qué cortar, pues, esa relalevantar la cabeza dollemente bajo tiva Telicidad hecha de caricias arel peso de la angustia y la ver dientes, de escaseçes soportables: güenza.
Ella no lo engañaba, no; era demaPasado el sincope que le produjo siado honrada para venderse por la violencia brutal de que habia sido cintajos; demasiado soberbia para victima, Soledad se puso de pie tra resignarse a sufrir vida de privaciobajosamente, y el llanto inundó sus nes.
mejillas en riego de dolor y conso. Qué bella la encontraba en la plalación.
cidez de su sucio tranquilo, en su Atenta solo a su dolor, el cani dulce abandono! punto estuvo de són desgarrado por la violencia del despertarla con besos apasionados choque, cayó a sus pies, quexlando si el tropel insurrecto de insultos como ona Venus dolorosa, surgiendo que le disparó en la refriega, no hue del rebrujainiento de hilachas, co bieran golpeado su orgullo.
mo si fotara sobre las espumas de Por qué lo había insultado si lo un mar ideal.
annaba. Por qué ese ensañamiento. Qué innensamente bella y seduc cruel, esos arañazos feroces, que lo tora se destacaba en su actituct do impulsaron a la brutalidad y la violientel.
lencia. El, tratado como el último de los miserables e infamado por esos laFiacrán despertó sobresaltado, bios en los quc vació todo su ardor prisionero entre los brazos de la pasional.
amada, que dormía con serenidad. esos labios que lo habían revoibeatifica, callo en fango vil, eran los de la muLa calma y la obscuridad de la jer amada. esa amada habia sacanoche lo envolvian en dulce caricia, do de sus secretos repliegues, comque el lecho hrindaba con sus tibie plicadas malicias para enerrarlo.
zas voluptuosas. él, a los insultos había responEl conjunto de todos esos ardores dido con la brutalidad de sus manos, misteriosos, parecían reanimar su es para luego arrastrarse, deslumbrado piritu atrandar sus recuerdos. lor el encanto de sus carnes. a fue el cuadro de suis furores bon implorar perdón. a llenar ese Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.