REXOVACIÓN 139 Su corazón sufrió el cruel atena. los hombres, no se merecer los rezainiento de sus dudas. Grande fué sares que ocasionan.
su contrariedad al penetrar y verla. Fiacrán apenas se podía sostelirt reclinada en camisón en el lecho, in en pie, a tal punto le dominaba la diferente a su presencia, indiferencia cólera.
que lizo en su corazón enamorado Las frases se paralizaban en sus celoso el efecto del frío de un ace labios temblorosos. Sin embargo, curo en las entrañas.
minándose exclamo: Bella estaba en su indolencia agre así has preparado esta escena: sivá.
infamando mis sentimientos y caFiacrán la contetnpló y dijo como lumniando nui propaganda, pones en un disparo: tus palabras tas expansiones de tu Qué es esto?
alma rencorosa, de. Lo que es.
No pudo continuar. Cómo. Es así como inc con. La inujer creció ante el apóstrofe testas, no bastándote la indiferencia? Severo, desatándose como una tem Si, señor mío. La esclava, la do pestad. De la recriminación pasó. a inéstica está ya harta de dialogar con la injuria. habló de la belleza, del las paredes, mientras el señor se pa lujo y de la comodidad. Lo acusó de sa la vida fuera, galanteando visio falsear los ideales, de ser un despenes y desbarrando sobre utopias, chado, un egoísta, un ruin. hablando de justicia y de amor, le Fiacrán impuso silencio: felicidad y armonia, cuando tiene. No seré yo quien consienta ser una esclava que en vano oye repetir tratado como el último de los miseexas palabras sonoras y vacias, rables dijo y si es tu deseo de lujo cuando vegeta en una existencia, he y ostentación el que te dicta tus cha toda de injusticias, de infelici frases, rencorosas, sigue tu ruta fadade erables, cuari tal, la ruta que marca la perversión to cl causante de ellas es todo un de tus instintos, pero no ofendas, no apóstol de libertad. pero un pequc insultes mi vila, ya que eres indigno tirano hecho de durezas y de in na de comprenderla.
diferencias! creciendo tan enorme como la. Qué dices, mujer?
cólera que le dominaba, en el desha Lo que digordijo poniénduse ratamiento de la armonia de su conde pie, desafiante y altiva. Yo, ducta, desorganizada por las pasiocarisada de oit csperarizás, no sólo pes en fermento, estalló: me veo pospuesta a los amigos y pa Si amas el lujo, vende tu dignipelones, sino que agonizo en este dad, vil ramera!
hucco infecto, que para usted será el insulto klesató la tormenta.
todo lo armonico que quiera, pero Soledad en ese moniento era bella, que para mi es una cárcel y una terriblemente. Su mirada, siempre alrenta. así halıla usted de espre dulce, se habia tornado fija, tenía ranzas, sembrando las desilusiones; algo de la ferocidad de las aves de queriendo hacer la felicidad humana, rapiña. Había en las palidecés descuando es incapaz de hacer la propria nudas de sus carnes una inamovilifelicidad y la de la mujer a usted dad aterradora, una cólera fria, imencadenacta. prodigando su yo insen placable, que hacia estremecer.
satamente; preocupándose del pue Yo Tamera grito Yo, la mliblo, de esa miserable basura huma jer digna y honrada, virtuosa hasta nainn ei sacrificio, infantada asil. Pero, mujerl.
por ti. por el honbre a quien Si, señor, el pueblo no se mere todo lo he ofrendado. Por ce los desvelos que se toman tinos quien he sacrificado mi honra, mi li.
cuantos necios; asi como ustedes, bertad. todo, en fin. Lalu Este doamento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.