1. 28 RENOVACION ra, después de una crisis de lágrimas vedados de las alegres expansiones qtte traducian despecho y alivio. del arte y de la ciencia, vedados de entre violenta y emocionada, di todas las satisfacciones que son el jo a Héctor: encanto de la vida. Sí, yo lo amo, yo creo amarlo. Ella continuo imperturbable: Sin embargo, hay momentos en que Que yo sea todo amor y sometila vacilación llega a mi corazón; y miento, y él todo abstracciones filomi amor y mi situación lidian el con sóficas y delirios extravagantes?
bate que siembra desconcierto en mis Pero esas extravagancias tiensentimientos, den a un fin de gran interes humano. Donde hay vacilación, no lay son el eco de sus quejasiri. de la amor dijo Héctor el amor es lie queja universal.
cho de acatamientos; es el someti. No hay amigo, más que una cosa miento absoluto.
que tiene y que pueda interesar a las Si, asi lo creo, cuando las cáli mujeres: la pasión. Fuera de ella, das frases de Fiacrán llevan a mi es fuera de sus extravios y sus arreba.
piritu el consuelo, que disipa mis tos, lo dentás, es nadal inquietudes. mis sueños se alienA se alienG. Qué inmensamente desconsolaité inmctamente tari, pido una tregua a mis desespera dor es reconocer que son las mujeres ción. Pero cuando el eco de su voz seres incompletos. Que son incapadesaparece, cuando lejos del hipno ces de inspirar a sus amantes el amor tismo de su mirada y la sugestión de a lo grande y a lo bello! Creen ussus palabras, contemplo mi abandono tedes hacer la felicidad de un homy miro este cuartucho en la desola bre, eniçadenándolo, maniatándola a cicin de sus paredes desmanteladas: ertilras dominados cuando veo marchitarse mi juventud ras. Por eso no tolera su orgullo que en el encierro, como una bestia de el hombre que les ofrenda su cariño domesticidad y sumisión, cuando en ofrende a la vez su inteligencia a torno de mi veo la ſelicidad o la sa algo más grande que el amor de una tisfacción que llenan esas aparien mujer: el amor a la Justicia y a la cias, créalo amigo, que la desespera Verdad!
ción me hace rer la enornidad de mi asi somos perfectamente lá.
abandono, naufragando en un inat gicas. replicó Soledad, con un gesde privaciones, nientras mi biento de altaneria siiprema, que hizo naamado va, repleto el corazón de ese cer dudas mortales en el sistemático peranzas locas y el cerebro de liris adversario del sexo, quien, despimos reparadores para otros. diéndose, confirmó. Pero Fiacráti no derracha. Si Sí, son perfectamente lógicas más consiguiera su esfuerzo, estoy todas las mujeres: así lo es usted, convencido que seria para hacer la Soledad, al considerar este marco de comodidad de ambos. Por qué, cuatro paredes, indigno de su juvenpues, desesperarse?
tud y de su belleza. Mientras, guísese el puchero cotidiano, que sea el eterno jergón la vestidura. y comer y vivir. Fiacrán llegó a su cuarto taciturmuriendo. sin una satisfacción, no e indignado, bajo el peso de una sint una expansión para el espíri atmosfera aplastante y enervadora, tu. y que se marchite la juven algo, así como si la fatalidad le hitudi en la desilución de la esperan ciera guiños trágicos y extraños, za.
No encontró a Soledad, como No culpe usted al compañero otras veces, en la puerta, para enlapor eso, sino a la desigualdad social, zarlo en la guirnalda de sus brazos a sus injusticias, que nos tiene con y estanipar un ósculo de amor sobre denados a tan grandes vicisitudes, su frente cavilosa, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lízano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.