RENOVACION LYTOS SEDOSOel petentas en este alientos darlo por relor de Sonos ardor vía en quando vio abrir la reja y aparecer a Rose Yo no soy DNA relajacia que se llastín, racliante de leringsora, que lo llamala. porque no he amado aún, ni lie gozado. Ma Ab, Sotelo! exclamó, échánlose a casé por interés con un hombre tico al que cuello y besándolo ardientemente en la og to quise antes y detesto allora. Después curidad, Ven. abrazándolo estrecbanieti. tuve un desliz. que fue una decepción; y te, penetraron a la eicoba tibia y pertumada, ese joven que te la preocupado. lo fue. Por qué te retiraster Teclisgustó el con también. En ellos, fuera de la sensualidad ciertor Me impresionó mucho la cara que 10 encontré sino decepciones que acentuaousiste al salir. Qué tuviste, Sorelo. Ton mi diferencia y mi insepsibilidad. Ténblaba la voz de la mujer. Sus font Hizo una pausa, se estrecho más a él, lo bros, sus brazos desnudos, el nacimiento de euvolvió con sus brazos destiuclos, con su gus senos que se ofrecían como un fruto uliento per fumatlo.
voluptuoso, el perfume que despedian ague Sorelo se sentia circundario por la mujer: Jlas carnes apretadas, quemantes, que ex respirala aquel aliento voluptuosn que la halatan un especie de vapor amoroso, envolvía en una inefable dulzura, en 1111 destapeciar y cegahan a Sorelo, que, ce ardor emphyriagante. ya la vez sentia teTrando los ojos, y liablando como del fondo pugnaticie de la confesión que escuchaba.
ile su melancolía y su ardor confundidos, Chacdo te. Ti continuó Rosu por la respondió: elocuencia de tus frases, adivine en tí 1211. Tengo celos. Ese joven que estuvo en inipaigo siucero, uzi entusiasmo cionina lor el palco. lo que oí.
y sugestivo. la curiosidad me atrajo e No. No, Sorelo! hesó vordzmente la hizo que te diera la cita, que 408 unió tani watel anlarla, como para solocar la mal deliciosamente; porque quise, COLO 184 revarla fiebre tle los celos, estremeciénclose, cesidad de mi vanidad fenietina, cloininat, enroscándose en el cono una llama.
sujetar en muis débiles hrazos de mujer, al. iSorelo. repetía débilmente, con la oraclor que con su palabra supo contener queja el deseo, retratacla en el temblor de esas fieras que forman la multitud.
su voz en sus ojos llaneantes y extraviados. soy tuya. te amare? Al dorturir, al leer, al iSorelo! y miraba a los ojos con expre Teir y el llorar pienso en ti. será esto sión que perdía, que inploraba. el ador. Si siempre se amara. La pasión ansia condujo el aclema sexual. que hizo se acaba. y después, no queda sino el de tocar las carties ávitlatente. locatente. sabritpiento del tiempo que corre. Tá proy, entorno los ojos. inclinó la cabeza. pagas, tú luchas, para qué. La felicidact Techino los clientes. Las hocas se buscaron, universal. Oh! sería aburrirse silenciosase devoraron. eu un turbulento arlor. en mente. Es coino: si me slijeran que fuese el delirio. fiel a ini marido por qué serlo. por qué ser buena. por qué ser nialai. Para qué sirve la vittud, si ha de ser estéril. 81virtuosas Tornaron a ser lúcidos; y Sorelo, sintió. soti también las que compartet el lecho resurgir la insanía de sis celos. matriinonial con sus confesores. No; no. ese jovent.
vale la pena todo eso. CONTO. seguramente Rosa lo miro fijamente y dijo con calma! no 18 vale el amor.
Sabes que soy casarla, que falto a un Sorelo, se había desprendlicio de sus brahombre al que debió respetat, por ser mi zos y la shiraba silencioso paralizarlo, ante sharido, pero al que no me une ningún esas abstracciones vagas, delstoras desu vibculo, porque lo detesto, Tieneb mis la ánimo enfermo, que hacíau en su corazón el Lios, mis caricias, lo mejor, lo nás positivo efecto de u0 desgarrainiento.
qué más necesitas para ser tui amanter No te separes, Sorelo; ho nie Huyns Amori respotrdió Sorelo. Pe quiero dijo lulcemente. Te espruta que para mi toria para mí, No ser linjo de tus amantes, no valga la pena nada de lo que existe. sino el único. Quiero saber si viniste a mi Nada la vibrado dentro de mí nunca. para dominar Dis rebeldías, como un ah Cuanto le intentaulo analizar; me hu hecho jeto raro, para estrujarlo con curiosidları, sonreir.
por apetito extraño, o. si mie Anas. Si me mirándolo fijamente, estredeciéuclose, amas, te quiero toda para mí; si no, me mant continuo: cho; porque ser uno de tus varios amantes Pero tú, Sorelo, debes valer. porque te une horroriza y me indignal desco. y probablemente, stetxo amarte, Yponiéndose de pie, se dispusQ a marchar, puesto que gozo con tu compañía, vibro con1 Rosa le tendió los brazos, angustiada, tus caricias. pesar de que sieuto. CON. Sorelo!
pasión por ti. Déjame! Me Diarcho. Compasión. dijo Sorelo sublevado. Espera. Escúchame. Voy a hablarte con iBastat He sido motivo de curiosidad para sinceridad, Te amo. No te busqué como un ti; un capriclio de tu csine, que me la dos objeto raro, no he pensado ultrajarte. Pero como una necesidad de tu sensualidad ipsaquizá el amor que tu sientes por mi to sea ciable, cle tu histerismo morboso. No la el que tú me inspiras.
quiero más. Explicate entonces nterrumpió Sorelo. No, Sorelo! no es así dijo Rosa dolo.
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