NOVACION Con su begaje ile ensueños entono con todas Bola puerta del teatro, Sorele se retuvo.
los vencidos de la vida las notas lúgulxes. La excitación de que estata poseícto, le bacia del suírimiento. hesó las enmaratadas ver distinto el aspecto de las COSAS: la plamelenas de los niños, anéinicos, tos labios zuela clesierta y enorine, las farolas innendescoloridos de las raperas, las frentes re Sas. El viento helado de la noche saçudio gosas de la aficianidad tendicante, Creyó sus carnes, haciéndolo estremecer.
con sus palabras de ensueño y de esperanza, Se puso en marcha, Le parecía que foxlo.
llevar el bálşaino de la cotisolación a toda temblaba y gernía en las calles clesiertas, es carne doliente de fábricas prostíbulos, Y, caminando insensato llegó a la Amplin de cárceles y hospitales. Los llamo sus plaza donde los cines ostentan la múltiple buenos hermanos, sus doloridos hermanos. tulguración de sus letreros; y un ruido rle arrastrando caos andrajos, esos lugu: vitores y palm. Jo Hira mirar indignado el tres desperdicios del trabajo y la iniquidad lugar del bullicio. social, en caravana de agresivo vcerío, los Ah! dijo esto es. repugnante. Es el lanzó como conciencias levantadas, olvidendo frenesí lábrico de los degeneracios que aplau.
que esos estrujados que sienten trío en las den y babean aute les contorsiones de las carnes y hambre ett sus estómagas, no ali mujerzuelas semi desnudas. Es el mismo púmentan más ideal que el me drugo. tomo blico imbécil y sensual: eobarde y cruel!
las palmas que sus frases conquistaron, por Carne y sangre: he aili el placer de estos explosiones conscientes, cuando llegó le cerdos, que palinotean haata rabiar al ver porgres y de hedores las avenidas centrales, las carnes desnudas de las bailarinas, sudopoblando el espacio de gritos redcarosas, ensas y fatigadas; cornes melladag en les cajando entre el lujo y la alegría una man noches tnúltiples de orgiásticas promiscui. cha de hatapos y maldiciones. dades. estos son los mismos que sienten Ese hálito de miseria y cobardia contagió una fruición salvaje en las corridas de toros su alma haciéndole saborear la amargura y piden. delirantes más horrores, mientras de las derrotas; cuando censaco de gritar el caballo truye espantaro, pisoteándose las sus sebeldes anbelos tuvo que replegarse ai entrañas, perseguido por el toro; los que triste cuartucho frío y lesmantelada; tris espían a fiebrados eu el tcoliseos el apuñala.
teza que más de una vez disips con sus cari nieuto de los gallos, en informe confusió!
cias la burguesa amante, ahuyenta do con de plumas y de sangre. Infelices! Ahora sus besos la sombra pavorosa de los sufri dan a sus ojos kartos de horrores, las figusnientos.
ras trepidantes, las convulsiones de 18 danStempre fue ut dolor erguirlo, y la inil. på de obcena turbulencia, que alternando titud no concibe sino los dolores arrastrarlos, con las populacheras canciones de juerguis Sapo levantarse y fué culpable. Soporto hoş tas atónicos, que la 48cecliclo desde las denyestos con altivez y fué proscrito; las ranadas de los corralones extra urbanos lágrimas con que se amasan los colores hasta los cacenarios de los teatros, conto anonimos, no tuvieron el contingente de sus 10A uzanifestacióu apenante del gusto reialágrimas y fue siempre extraño. jarlo, en un encanallansiento culpable. Oh!
Es que hablaba desde la altura, las todo prostituido y malearlo; tolo existenmultittides exigen el cucliiclieo de la confi. ciaucio al pueblo que referenciando about tiencia, la fraternidad de los dedores que los, aplaude barlarismos, porque vire marebajan y eftçilecet.
niatado a tolo lo lepresivo y lo eruel; falto El dolor es co! 110 el agua bautismal de las de los valores superiores que clignificaulo elevaciones; y el for jó su carácter, señalan: exaltan a la huruaničlart.
do el verdadero camino, particularizáuriolo haciendo uu kesto, ciorine, como el en un aislamiento que sublevó a los intapa Asco que sentía, Sorelo continuo paso a paso, ces. fue odiado, porque fué texido. s En la desierta plaza resonaban las risas, que no pudieron calumniar su obra, calun los arrebatos, las lujurias que arrancalan biaron su vida, La Ola ensoberbecida de la las contorsiones lábricas de las carnes de emulación, ya que no purlo envolverlo y de solicitación de pecado.
rribarlo. lo chicotea ta indignada cotilo a así, andando inconscientemente, se en, Aquellos promontorios de granito, contra contro frente al clialet de Rosa.
los que en vano estrella u stus furores las olas. No se liabía repuesto de la especie de pe embraveciclas clel océano.
nico que le causó el extrano incidenté, cuando un carruaje se detuvo ante snø ojos asounbrados y. Rosa y su esposo descendieron de él. Paralizado, vit penetrar a la Sorelo salió del teatro antes de que termi. pareja; asomarse ella y mirerlo fijamente para el concierto, mortificado yeptristecido. través de los cristales; salir luego al clarido, Al atravesar el pasillo de butacas, algo tonier el coche, dar ordeu al cochero. al debió notar Rosa en él, que es is viirada club y partir.
angustiosa e interrogadora que le dirigió a Ea el silencio del paseo, parecía: flotar través de sus largas y temblorosas pestañas, musicas infinitas, incornprensibles, extra.
reveló una opresión, acentuada por el tenit has, Eo la solelari fria y calenciosa, uua blot Hervioso de sus lallos. apasionada impaciencia courigaha a Sorelo, se 113 liian soet e ettivo a sposo desta la parents de él. Para este su esposa de ojos Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sisterna Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.