368 KENOVACION. Luis estaha casado, no era rico, pues, la separación de cuerpos por pero un pequeño comercio de ferretę mutuo consentimiento, y el divorcio ría le daba con qtié subsistir sin estre. dentro de dos años. Me iré en seguida chęces. Felicia bajo su teclio le hacía con el jovesi extranjero para Nue.
completamente feliz. Iutima él con un va York, y si me llega la desgracia joven extrapjero y lo lleva a conter a su de perder por cualquier causa al que casa. El extranjero se prenda de Felicia será mi nuevo marido, y tú guur.
y continúa visitando la casa y hacien das aún anor por mf. como después do cl amor a la esposa de su amigo. Eso de él sólo a ti te amo, convengo en dura algún tiempo; y una mañana, volver a tu lado y ser sólo tuya. Esta cuando luis almorzaba, le dijo su mu solución, si tu la aceptas, no te manjer. Tengo que comunicarte algo se. chará ni mí. Tendré un motivo mís rio así que concluyas de almorzar. de gratitud para tí, y tipa prueba de tu Qué será? Veamos. Pues, si lo deseas, nobleza, que mientras viva recordaré; escucha: Te juré fidelidad ante el al habrás contribuído a defender la sintar del Dios que adora. y primero nori. ceridad y el honor de una dama y te ría que delinquir, Deho por eso confe demostrará que la mujer no és pér fida sarte que amo a dos hombres: priuiero como la ola.
que a nadie te amé; péro hoy ato mu Luis produjo un sonido gltural hoclo más que a ti, que lias dudado rrible; hizo un supremo esfuerzo, dió de tu inujer injustamente, al joven un salto, cayó de la cama, y despertó extranjero que me trajiste. Luis, pres llenos los ojos de lágrimas. En ese sa de tu temblor nervioso, y como si momento, el corneta del cuartel salutuviera una plaucha de plomo en el daba la aurora con notas metálicas de pecho, quiso replicar, gritar, moverse, su clarin potente. Se hizo su tucado y jrero yo pudo, Ella siguió impavida: se largó a la calle refrescar la caNo podría continuar a tu lado fiel y leza.
pura porque la tentación es terrible.
aunque jamás seré pérfida. Acepta. CLAUDIO Gonzál. kZ RUCAVADO La ignorancia Los pobres cerebros infantiles, los mente sobre los ignorantes, solure los corazones sin valor, todos los eufer que 110 saben tii son capaces de examos y todos los hymjldes, embrutecimen, crítica ni discusión.
clos por la servidumbre y la miserio, Ast, como base de todo dolor, de son fácil presa de falsarios y embliste tanta iniquidad e injusticia, descu. Tos, explotadores de la credulidad pú bríase la igporancia, causa primera y blica.
única del largo calario de la huwaniEn todas las épocas, los señores del dad en su camino, en esa ascensión mundo; iglesias, imperios, monar tan trabajosa y lenta hacia la luz, quías, han reinado sobre ntultitndes atravesando todos los lodázales y los de desgraciados, envenenáudolas des crímenes de la historia. Por allí era, pués de haberlas robado y mantenién por aquella misma base, por donde dolas en el terror y en la esclavitud de había que reanudar sienipre la cman.
falsas creencias. Pero el eoveneva cipación de los pueblos, instruyendo miento 110 bastaba para explicar aque sus hondas capas, pues una vez. niks Ila modorre de las conciencias, aquella acababa de probarse que todo pueblo nada en que dormitaba la conciencia ignorante es incapaz de eu tidad, y popular. Para que un pueblo se dejase que la verdad es lo único que habiliti envener tap fácilmente era forzoso que para la justicia 110 e conservase fuerza alguna de resistencia. El veneno obra principalEMILIO 201.
IMP. ALSINA, SAN JOSE, Este doamento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.