364 RENOVACION idea de que hubiese un sólo hombre si no liay apretones deliciosos, y floje: uno tan sólo, que, por igual causa, dad de miembros aperezados, cabezas pudiera nofarse de mi. Por eso no ha que se recuestun dulcemente en tu go el papel de tonto sino de aprovet hombro. Vaya, taya, qué inocentes chado.
se fingen ustedes. Aquí hay ana Pero englobes a las mujeres en muchacha que ustedes conocen, Wen.
tu afirmación, sin exceptuar. dolin. Ya vea ustedes que es bonita Sí, es cierto, bien lo he pensado. realmente, de buena familia y bien Abrigo la convicción de que por rari criada. Convienen en eso? Pues oigan sima casualidad se podría dar con una lo que me pasó, y juzguea; yo la corinocente y fiel; y de que no seré yo el tejaba enpeñosaineote, y dié corresAfortunado, jainás.
pondía. Tras ella me iba en la calle. Hoibre, en nuestra sociedad co seguiala con ansiedad, estaba de pian110zco hogares bontados, y niñas can tón en la esquina y hablábale a menu.
dorosas. do en la ventana; ellá siempre muiy Que de puro sencillas e ignorant. discréta. Uaa roche dieron un baile tes, se dejan besar en la boca a la me. eu su cisa, al que fui invitado. Uz nor insinuación de 811 tiovio. Si fuese baile tuagnífico, de etiqueta. Como fácil comprobarlo te retaría a que nie ustedes se lo figurarán yo traté de hai.
desmintieras. Tú me pateces timorato; lar muchas piezas con ella, y el asun. pties bien, registra tu memoria. ir to caminaba bien. Eu lo inejor del Luis y su colupañero. el silencioso, bajle cometi la torpeza de pedirle 0111 Se estremecieron imperceptiblemente, beso, porque les aseguro que me tenía sufriendo de verdad. el calledón fuera de mí. Se pegó senii olerdi: dijo; da; le dije que se lo daría; me coutes.
Puede ser, la audacia y el ardor tóque no bailaba más conmigo y que de los muchachos los impulsa a ello; jqmediatamente la sentase; insistió, y pero 20 creo que muchas señoritas se contra mi gusto cedí a la insistencia.
dejeu besar en la boca; es posible que No baile con otra. Pero ella comenzó en la mano; en un brazo. Conozco en coqueteos con su pareja, y me día nias de cuatro que pareceul cerriles o os diablos. Cuando u baigatitas bravas cuando los tenorios per lar por segunda vez con un jovencito, fumados o los hombres que sólo apro le rogue humildenrente de culiese la vechan, segán tu expresión, quieren pieza que seguía, que bajtáramos de abusar.
nuevo, y tanto le rogué, que satisfizo. Más de cuatro! Afuera esos noui fi ansiedad, pero advirtiéndome tu.
bres, que te deben retozar en la punta viera cuidado con la amenaza, porque de la lengua. Gatitas bravas! Si, c4211 me costaría caro el robo. Crean listedo les repugna el que se les acerca; des que eso me alentó. Noté a des que eso mie a pero que les llane la atención, que les bailaba con más entusiasmo contigo, toque aun poquitito el amor, y ya estáu y en una de las vueltas de un vals a echadas y roncando de gusto. dos tiempos, al pisar cerca de la plier: Luis, mortificado con la discusión ta de tin corredor sensi oscuro, fasci.
de los besos, que tan de cerca le daba, nado, enloquecido, estreché con ardor añadió a la tesis de su aliado: su cintura, y recatándome de la gente. No lo creo. Conozco algunas ena le planté un beso en los labios húmieMoradas que no tocar la pun dos y rojos que perfunzaban a gloria.
tadel zapato ni las yemas de los dedos. Yo que lo hago, y elle, que debió ex Hombre! iqué niño eres! Eso es tar prevenida, como uu rayo me peyó táctica. Si se les arrima uu hombre el abanico en los tíos, con tal fuerza, celoso, que hace alarde de anar la que me hizo ver cliispas y ne rompió.
pureza, y lo quieren cautirar, se fini. Por supuesto, sotto mi brazo y no sé gen gatitas que aranan. Pero ya ven por dónde buyó del salón. Rápidaan a un baile, o lin paseo, y me dirás mente me llevé el pañuelo a los labios Este doamento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.