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RENOVACION cionándolos siquiera. Es que, a nuestro escribiendo lentamente y en silencio entender, no tienen importancia algu en puestras banderas un ideal refor.
na. Con buena voluntad por ini par: mista, un ideal revolucionario. No te, y mayor por la vuestra para escu nos sirven, para explicar la causa de cliarne, Izubiera podido intencionar la enfermedad los microbios y los da lavados, e iraciones, antisépticos, tos de la anatomia patolórica: ellos.
substancias aisladoras que prometen a su vez, son un síntoma y la causa al individuo evitarle estos males. Pe primera, la que está más allá de lo TO Siis promesas son vanas casi siem. que puede descubrir el microbiólogo, pre, son ineficaces los medios pro: la que hay que observar con la aten: puestos, y, sobre todo, son mezquinos ción y serenidad del científico, pero sus resultados. Las infecciones sexua. que hay que entender con corazón de les son una enfertnedad social y como hombre; la que no es sólo Verdad sino la tulxerculosis, el alcoholisino, las Amor, la ballamos en los graves dedegesieraciones, su profilaxia rebase fectos de nuestra organización social.
ya los límites de la cieucia tédica pa. esta causa primera debemos aplicar 14 encargarse de ella el sociólogo re el remedio.
forinista. El nial está en las entrañas de La Medicina social no debe ser pala sociedad, y hasta allí debemos llevar trimonio de timoratos, ni de ambicio.
el rentedio, si es que tio querenios que sos, ni de egoístas. Ella sólo puede el fracaso remate nuestras tentativas; ser ejercida por los fornbres libres, estas enfermedades sociales uo pode por los fuertes, por los justicieros.
Dios citrarlas más que con remedios.
sociales. Por eso en Medicida vános In Dr. AGUADÉ MIRÓ. T. iii ii. El título. Hetti 11. Qué hacer con los desocupados. sin su consentimiento, cultivarlası, En.
preguntan las ciudades. Cóino labrar tonces, el genio de la Piccad dejaría a las tierras incultas. interrogat los los vagabundos forzosos y buscaría u cainfos. ed todo el problema de la los propietarios, creyendo encontrar miseria. Cien mil honbres que quierert honibres fuertes, musculosos, recios, trabajar; quinientas mil tierras de bien alimentados, poseedores del ocio ndan cultivo iOttién impide gue y la tranquilidad, estas necesidades de satisfagan? Una. Cual no sería su desilución! Acaso, organización, una sociedad, tıp Estado. en algunos. toparía con la riqueza y Pues bien, esta organización es defec. pensaría, con justicia, en la expropiatuosa, Sus prohombres no tienen de çión de los latifundios, infcuamente recho a hablar de caridad. detentados. Pero en la mayor parte Un genio providente encontraría las de las comarcas Vería al propietario calles de las grandes ciudades pobla. aniquilado, hanibriento, falto de fuer das de mepesterosos y los muelles de zas y de medios para demandar a la los puertos abarrotados de emigrantes, tierra sus frutos generosos. En un lado e impulsado por una coinpasión ver: serían los impuestos, en otro los cen.
dadera, les llevaría a las campinus y sos, faros y enfiteusis, aquí la usura, ante las grandes extensiones de tierra acullá ios litigios, en todas partes la labrautía, hecha estéril por el abao inacción injusta, lo que impedían el dono, les diriar Trabajad y comed. cultivo. Entouces, el genio del Bien, En los rostros de los desvalidos apa. acaso se desentendería de títulos y recería una mueca de desesperación y adjudicaria a cada trabajador su parde abatimiento. Las tierras tienen cela; eximiéndole para siempre de toclo dueño dirian y nosotros no podemos, pago o tributación onerosa. aquel Este doamento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.