i RENOVACION derëzando el discurso por los senderos las locoriotoras, en las bregas con la trillados de las grandezas y de las he. tempestad, en las rudas lucias con la roicidades pacionales. Si se llawa Ça. Naturaleza. El hombre se templa en. pital, la retórica se torna financiera y conquista del plaiseta que babita, de la apologética de los grandiosos adelau atmósfera que le rodea, del espacio tos de la industria moderna. Si se lla sin límites poblado de bellos e inntina Iglesia, la retórica trieca la plu merables mundos.
dia por el kisopo, viste el sayón del En la guerra sólo hay un momento. inquisidor y se postrá lumilde ante de locura tras uii supremo esfuerzo los vetustos flitos de las tétricas ca del espíritu de conservación. Antes tedrales, La fuerza triunfante es Dios; nada, después nada, como 110 sea cotrino y 4110, en cuyo altar se hace sa bardía, niedo a perder la vida, horror crificio de la honestidad, de la digni: de la sangre, del bruñido acero, de la dad y la vergüenza. bala mortífera. La manada, ei mion.
Pero si la fuerza se llama proletaria tón cobra áginios apretujándose y es.
do eis rebeldía, exaltación utópica, estrechándose contra los repetidos asal, pensamiento emancipado, entonces la tos del tenor. luego la procesión retórica se alza iracunda y, sobre la de inválidos, los detritus de las batas turba soez de los desarrapados, fulmi. llas, las caravanas de vagos, destuorana los rayos de su cólera. Miserable. lizados, corroinpidos, traen a las ciurauiera que brinda la piltrafa del sexo dades y los campos el estímulo a la averiado al ansia loca de todas las de Jolganza, a la depravación, al desor.
crepitudes. den; al desenfreuo, La guerra tiene La guerra to engendra el valor y la por secuela et envilecimiento. audacia y la tenieridad. La literatura épica es el cebo con La temeridad, la audacia y el valor que el poder sugestiona a las niasas, se prueban descendiendo a la mina, el espejuelo para atraer incautos a las. centenares de metros bajo la superfi brallas de la red, hábiluiente tendida.
sie bañada por el olzige pruebani sos. Haceu falta borregos, dóciles ing.
teniéudose en lo más alto de un edifi truruentos de inatanza, gentes propi.
cio sobre cinibreante tabla suspendida cias al sacrificio, y la literatura belico.
de una desfilachada cuerda; se prue. sa lanza sus estrofas heroicas a la han con el trabajo, impasible en el in. heroicidad de las naciones. Miserable fierno de las fundiciones y de las for. Tanera que brinda la piltrafa del sexo jas; se pruebau en las priquinas y los averiadlo al ausia loca de todas las topes de los barcos, en los tenders de decrepitudes! MELLA Enseñanza Libertad o monopolio. En materia de enseñanza, cuando hay que asegurar la libertad, poner a se liabla de libertad, ide qué libertad Salvo los intereses y garantir el dere.
se tratar De la del padre de familia, cha del niño.
de la del Estado o de la del niño. Qué La figura del niño domina el prointereses han de ponerse a salvo: los blema, y en este punto de partida fircle los que dan la enseñanza o los de ne y lógico, 10 puede haber equívoco los glie la reciben. En qué derechos ni confusión.
conviene inspirarse sino en los del quién pertenece el niño? la failestinado a ser el beneficiario o la víc milia, según unos; al Estado, según Lima de la enseñanza. otros. Como quiera que se plante el asun Los primeros reseryan. exclusiveto, la respuesta ha de ser la piisma: lente a los padres el derecho de darle.
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