RENOVACION 269 Ojalá que esto suceda en el lapso de de 1111. 1110xlo racioval, Ávido de cou.
tiempo más breve; seria iudiscutible templar toda la inaguificencia que eriniente el niedio efectivo de que se rea cierra, in posible de parangogear con lizase la tau. soñada regeneración h11: nalecoses, parques, avenidas, grutas, mana, que, a no dudarlo, será cuando bulevares, Alaniedas, etcétera, consabancone el louibre, de una vez y truidos por la piano del loinbre elf para sieinpre, esos cascarones que le que ha demostrado, sí, su avidez e in.
hau llevado a rodearle de una vida e11 genio, pero ujule, indiscutiblemente, le terauiente artificial y se disponga a hau conducido, más que a otra cosa, ponerse en contacto directo con la na. esclavizarlo y degenerarlo, turaleza, entregándose de lleno a ella EUGENTO LLANTE La elocuencia Hay gentes enamoradas de la elo. Vientos, Mentiras que pasan. No cuencia. Desean ser convencidas en se entrega nuestro ser a un puñado de seguida, ser arrastradas por un río frases. Nuestras entrañas están muy sonoro de palabras familiares y fácil. hondas, No es el clamor palabrero el mente comprensibles. Admiran lagim que llega hasta ellas, sino al sileucio nasia del orador congestionado; se be y la meditacion del libro. Id a los berían el sudor heroico de las cabezas parlamentos; a las. cátedras y a las: retumbantes. Les encanta ser domina iglesias, los que no tenéis entrañas.
dos en tropel, apretados unos con otros; Id en rebaños; vuestras conciencias, sentir en las espaldas, al mismo tiem igual que los cuerpos, no se tocan po qtie los demás, el latigazo de las entre sí más que en sus superficies; párrafadas finales; perderse en la ado: eso os basta, a vosotros que sois úni.
Tación común: vaciar su mente de toda camente superficie y corteza. Id: la serenidad; de toda crítica, a la música voz despótica atronará vuestra vacuivulgar de los tribunos; estremecerse dad interior, mentes desalquiladas. Id con el espasmo ajeno, impuesto por la innumerables, alargad a la vez las orecarne próxima; abandonarse al pánico jas, y felicitaos de volver cargados de que aplaude, ecos, y dichosos de vuestra docilidad.
Hay inteligencias impúdicas, que Para nosotros, el libro cortés, que no abren su intimidad a las primeras ca: nos aturde a destiempo, ni nos soba, lanterías oratorias, y que se dejan po ni vos pisa, ni nos abruma; el libro, seer en público por los charlatanes. Ouestro por siempre, destudo y amo Charlatanes extraordinarios, Deinós roso, que nos da de él lo que queramos tenes, Cicerón, Castelar, tiranos de la tomat, lo que reconozcamos puestro; lengtia, domesticadores de almas fútis el libro mudo, sin retrato del autor; el les, jefes de la orgía mental, predica. libro impersonal, abstracto, que prefedores de la guerra que se quedati en riríamos sin nombre en la portada, casa, y que sólo fueron grandes cuan título, firma, ni fecha, pedazo de es. do po fueron elocuentes y se les pudo píritu caído al mundo para nuestra leer después de llaberles oído. Especs comunión ideal. Vosotros pecesitáis táculo innoble de mandibulas colgan una caja de resopancia, teatro, circo, tes, de ojos en catalepsia; pensamien la promiscuidad de los que acuden a tos violados por un sugestionador que venerar un saltimbanqui. Nosotros la gTita; pasividad de bestias easilladas, soledad: el desenlace: manos inútiles que se En el colegio me obligaron a reirnie chocan, un ruido vano como el dis. cott et epigrana clásico: curso; los cerebros hueros. Qué di. Pars practor te faltau niús de cien.
jo. No sé; pero estuvo sublimer. ara Arador te sobran pues de unil, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lízano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.