388 RENOVACION ätiheio de quienes de esa desigualdad su habitual sonrisa con pálidos fulgohacen tribuna para areugar con entu res de pensamiento; hasta nos pareció siasmo los desposeídos. que afectaba ratos la seriedad esa Los defensores de la burgtiesſa no solemne, que pasa entre las gentes son igualmente favorecidos por la 184. cuerdas como revelación de buen sengica. El sentimiento hynano fortni tido. La paralítica no se novia les bleéinniapente sabe gritar también claro! pero ya no mostraba en sil mira ratos perdidos tras de las corazas de da aquella perenne nostalgia del tra14 conyeución social que los baltlartes jím; parecía contenta de stu falta de del privilegio representan, y la noble acción que le permitía saborear con traición vende la plaza, in calma, a todo gusto, los encantos de Entramos en ella unos instantes la Navidad.
para enarbolar un triunfo fugitivo de. Todo en aquella tristeza derţuida nuestros afaties.
estaba alegre. Las carcajadas brotaban Entretanto, nos ocurre preguntar de cada boca placilenta como parásitas la conciencia. yuniversal: es que los en grietas, de ruinas; mientras la Diniños pobres no tienen derecho a la rectora del Hospicio pasaba repartienalegría? si lo tienen, podremos los do aguinaldos y sonrisas: esos otros hombres de honor seguir tolerando que valiosos agasajos. cse derecho se viole indefinidamente Todos alegres; menos nosotros, los en tuestro derredor?
que tenemos la enfermedad de pensar Si meditamos en esto habremos de y sentimos con el corazón del mundo concluir por declarar que la falta de doloroso los dolores del mundo; los que aguinaldos para los hijos del proleta no ballamos donde todos lo ballan, el riado en esta Navidad 110. Volverá a motivo de tan grande alegria. repetirse. Porque exigiremos de los Sólo un niño ciego, que allí está no acaparadores de la fortuna, en otro se sabe por qué como brote esinjrriado caso, la restitució gtie en esa forma entre una generación de troncos leproliabrán de hacer al patrinionio tuï sos, alzaba la carita contraída por la versal.
mtieca atorulentadora de siempre, y.
palpaba en torno con aire de extraNosotros ftimos com viado. Ciego, miudo y torpe el pobreTodos nuestros niños un asilo cito. Eu su gesto lleno de protestas, alegres de inválidos, compartir parecía estar incrustada esta pregunta: con ellos la alegría de pero por qué se alegrarán esas gentes?
la Pascua, Yo no siento antojo de reir. Nada se Destrozos dolientes del huracán de delo que ellos celebran. Probablemente la vida son aquellos viejos recluidos, a la causa que genera esas coniplacencias quienes la naturaleza se niega con no alcanza todos los que estamos porfiada sabiduría dar su mpendrugo aqui. Por allí habló una mujer de alede descanso.
gría universal. Por qué? Seguramente Ellos. tanbién guistas de creerse to seré yo la sola persona privada de niños cuando el perfume agreste de luz y de ventura. 110 somos noslos portales lleva stis sentidos la ilu otros, los atrofiados por la pialdición de sión de los renacimientos, Que no es la herencia, una gran parte de ese uniotra la impresión que a todos los agita verso que se cree coomovido por el eu estos días en que el dolor concede deleite en este día, regro como todos sti arniisticio anual.
mis días? Quién sabe si no habrán Au los más achacosos parecían ser equivocado su contento esos compañeágiles. La vieja dela tos tenía el rostro ros! Por lo nienos le dan al hecho que placido, y quieto, inuy quieto el fuelle lo origina una imuportancia wwjversal de su peclio. La coja no claudicaba; que estél piuy lejos de tener, andaba tranco veloz por los corredo Al! y qué alegría la suya cuando res pavimentados: La idiota animaba lo tomamos de las manos y uno de