RENOVACION 1: 373. Por qué tomas lo que no te per. Preguntas cuál es el crimen de. tenecerle pregunto severamente la ese hombre? Pues es el de haber sufrireina. No sabes que en nuestra reli do tu justicia. Har. gión y en puestras leyes está escrito; La reina se volvió y vio que el que 4:4110 robarásta. hablaba era un viejo pastor de aspecto. Iba a contestar el desgraciado, y al grosero, con barba ħiršuta, canosa y ver las miradas amenazadoras de los tez tostada por el sol. Con algo de que le rodeaban, alzó los hombros. in desdén le dijo. diferente y la reina Berta no pudo con. Explícate, buen hombre. L: seguir del acusado di una palabra de. Con muchísimo gusto, reida es defensa, Entonces ella creyó ver en el cúchame. Este, por orden tuye fué ser obstinado en el mal y encerrado en un calabozo. Durante decidió condevarlo a tres dieses de ca. tres meses ha sufrido la sombría tris. Tabozo. Después como padie se pre teza del lóbrego antro; el martirio de sentara, se levantó la audiencia y tras la falta de libertad; el dolor de estar algunas horas de reposo: la Justiciera Eseparado de sus seres queridos. Ayer continųó su marcha.
tarde, cuando los carceleros le abrieron Tres meses después, al volver hacia la puerta corrió como lobo herido hata capital de su reino, Berta quiso pasar cia su choza y en ella encontró su munuevamente por el valle de la abun jer y su hijo muertos de hambre, pordancia. Era por la tarde, y al bajar la que durante su encierro uadie se había pendiente del monte, la feina oyó cla. ocupado en socorrerles. Entonces el mores lejanos, gritos de amenaza, ira, furor enloqueció este desgraciado, y desesperación y rabia, y al llegar un esta mañana, cuando el sol. acariciaba pequeño flago que dominaba la villa, al mundo prodigándole luz y calor, ha vió lo lejos un gentio inmenso que asesinado al que lo llevó hasta tu trigritaba desaforadamente, persiguiendo bunal. He ahí por qué esas geotes le: un hombre casi desnudo. La noche persigtien; he abl por qué te piden su se aproximaba, y al subir: el fugitivo buerte.
y sus perseguidores la: cumbre de La reina sintió que el llanto oprimía una pequeña colina, la luz de los su pecho y nurmuro como si hablara últinios rayos del sol, la reina vió que cousigo mistna:. si. la multitud iba aripada de guadañas. Luego yo no hice. justicia. hachas y hoces que agitaban furiosa El viejo pastor la oyó y dijo. thente. Nadie puede administrar justicia otro, y tá menos que nadie, reina. tú no tienes pingún derecho ser jusCuando los más ligeros terfacesticiera puesto que contribuyes perperseguidores seguían de muy cerca al petuar el mal.
tropezó éste y cavo los pies. Vo preguntó con viveza. de un caballo de los del regio cortejo, insi, tú; porque tú eres la autoriy los soldados avanzaron contener la dad. No eres tú quien defiende los. frenética muchedumbre. Aproximose poseedores de la riqueza; la que proBerta al extenuado y andrajoso fugi teges los opulentos que te rodean; 2 tivo, y al fijarse en el lo conoció: era los detentadores de la tierra, gentes. el ladrón que tres meses antes había todas para quienes el pobre es un eter: condenado. Entonces ordenó que lo po enemigo. No te has regocijado al levantaran y dirigiéndose tos perse contemplar la prosperidad de este país?
guidores les preguntó sobre la nueva. Sin embargo, dejaste de pensar cuando fechoría que había coidetido aquel mi te presentaron este desgraciado, cuyo. serable. El griterío fué tal que nadie crimieri consistía en querer vivit, que pudo oir lo que la multitud vociferaba toda esta riqueza sólo sirve para unos Iba repetir la pregunta cuando oyó. cuantos y le castigasteis diciéndole que. detrás de ella estas palabras. padie tenía derecho apoderarse del.