342 BENOVACION La toga Para ciuchos niños hay en muchas verlos el hombre grave, lo mismo que capitates, Madrid entre ellas, ta es: dice bajo los árboles del Retiro. Los cuela más pública que la escuela pú biosquitos. blica: la calle.
El que más, recuerda en ellos Gar Su rector es la miseria, sus aulas el proche; los balla chistosos y siinpátidescuido y la ocasión, sus bedeles los cos, y se figura que van a ser eternaguardias. Está abierta siempre. mente gorriones de la gran ciudad, Amedia noche, cuando cruzáis las para dormir en los huecos de las estáanchas calles desiertas, un poco encan tuas y saltar de dia al frente de los tados de oir vuestro taconeo en la ace. batallones. Está bien, pues; que no ra y de tener para vosotros pada más hagan gada; ya servirán de efecto arlas luces brillando, como las que en mónico los poetas, como las golonavenida de imperial palacio aguardar drinas y las hierbas de las tapias. El la retirada del señor, una cosa se os ordeu social, que por dos pesetas se poue delante y se os enreda entre las encarga un guardia de representar, piernas. Es un periódico extendido, mira los golfos y les da una patada que anda solo, detrás del cual se divi: de cuando en cuando.
sau luego los pies, la cabeza y las ma Ah, pero es injusto. en tratarlos así, pos del que lo sostiene como en las de haraganes! Distant de serlo. Esos clásicas vifietas auunciadoras pobres niños del Helaldo y La Coles Sejolito; el Helaidol dice un pondencia, muestran la curiosidad y la chicuelo tan alto como el periódico. voluntad de aprender que todos los de Ha surgido de un portal, del biom su edad, cuando se einpieza a desplebo de Fornos, donde del frío se appa gar su alma. La tienen blanca, de áuraba, tendido sobre un montón de ni gel; y con ella han empezado su carrenos, que pisan los trasnochadores. Un rą y se aplican en su prwhere Ensebrazo, que se retira. una pata que señanza.
encoge: eso es todo. Los golfos. pien. que no les enseñan los puntapies sa el que sale; por los miembros en de orden público! los seis años ya trelazados allí, es tan incapaz de cal sabea correr y quitar pañuelos, miragcular el número de muchachos como do con un ojo al bolsillo y con el otro de averiguar por las roscas movibles al guardia. Es el ingreso de bachilleray viscosas el de un pelotou de lombri to. Mientras lo cursai, los agentes sices.
guen observándolos con atención, lle.
Yo me be fijado alguna vez en los vándolos tal ctial vez recoger diplochiquillos del Helaldo. Los hay rubios mas en la prevención del distrito, y Con caras bonitas y tat dulces como repartiéndoles trompadas y pescozolas de todos los niños de tres años. Ses nęs. Aunque con filosofía: kaun to esbocas sonríeu con ingenuidad confiada torban. dice la sociedad. como bo y sus ojos son viyos inteligentes. Pir estorban, hasta los quince. veinte den una pelille brindansų mercancía años, filiaslos ya en los gubernamentaalargando la tuanita aterica, 110 ini les registros, se pasąu la vida, fuer porta quién, con la amorosa gracia de esudiantes alegres, corriendo de los con que pedirían un beso sus padres, guardias eu la calle y convidándolos si los conocieran. He buscado con in Cariñena en las tabernas, sistencia entre ellos al criminal nato, Facultad mayor. Se indica por el oroso, para conocerlo ast, pe jugreso del educando en la cárcel a queñito. En vano. Frentes, abultadas consecuencia de un robo o de un nay sortijillas de seda. como todos los vajazo en quimera. Cosa leve y graninifios, en fin, des adelantos. El que no es completa«Los golfos. es cuanto dice al mente imbécil, saca la licenciatura en