RENOVACION 337 PÁGINAS LITERARIAS.
Dos de Noviembre wre Varnos al cementerio; en este ilia se alegra el cementerio Le vuuidad buena lo decora, con exquisito esmero; todas, hasta las tumbas más llanildtes, se cubren con las flores del recuerdo.
letto. dignos sabios o fuertes ese obrero tenaz, el pensamiento, sitio la exposición desespera la de su robusto esfuerzo que lanza en su congoja. nianera de reto, la hueste de la vida contra la inmoble Queste. de la muerto.
Hay en ese costumbre: erguida ante el avance de los tiempos, tida gran semejanza con esos movimientos de estrategia, que cumplen los soldados de los grandes ejércitos: se aline21 sobre el camupo de batalla, agitan los aceros, y hacen evoluciones engañosas quę vistas lo lejos desde el campo enemigo, acasa llevan la sugestión del miedo.
oran sem viestosolek 10 Alli la cruz, vencida por la razón la tiempo, extiende aún sus brazos y etsayu todavia 928 retecins de esperanza, que ya e pocos dolores conceder el alivio de un consuelo, Allí el llanto que corre sobre el inútil ruego, roni pe los diques de la fe, que saltan sobre el carro del vietto, Allí el dolor fiugido, el dolor portliosero, trafica en los despojos del olvidado cuerpo que alimetita gusan09 con sangre de baldón, roido en secreto.
Allí la flor que brota cou au cáliz erecto. alzando la sonriga de sus hojas a la impasible inveca de los cielos, Hleya la ditima frase que recogiera la piedad del feretro: la palabra inmortal de la energía que al dar más belles forras sit aspecto, comprueba nuestros ojos la verdad de lo eterno, y promete más amplias trascendencias la fuerza viril que está en los cuerpos, Querenios esustar con nuestro alarde.
al llamado misterio de la tunba, que llena de zozobras el ya desvencijado entendimiento, y así vamos medrosos, pero erguidos, con máscaras de duela, trenuiolar nuestro plumón de vida ante la muchedumbre de esqueletos.
que ríe coti su risa descarnada del histerismo nuestro.
El mundo de los viyos áfanoso inquieto, acostumbra turbar en este día la dulce paz dei triundo de los muertos, con esa agitación que simboliza no el puro sentiniento cuyo cierta horreriaje de intercesible afecta; 0019agra eternamente la nienioria de los hombres que fueron Vamos al cementerio; en este día. revive el cementerio.
Todas, hasta las tenibas más buncildes; florecen con las rosas del recuerdo, Vanlos, tas tio postrarnos con medroso respeto ante la fosa que tragó el despojo y acaso la metnoria de algún muerto, sino palpar el ansia misteriosa que agita los humanos sentimientos en este batallar de las conciencias en la desierta noche de los credos.
José MARÍA ZILEDON Seis menos Parece que la mañana inconsolable pedida se siente: corazones que se de pena llorara; tanta es la lluvia. El ensanchan y se contraen, una lágrima campo,. conio un pañuelo ionienso, que asoma medrosa empañando la enjuga el llanto de la mañana, inirada, afectos que se funden en el Afuera todo es frío, y los hogares, ascua de un abrazo, amorosas palmadas tau tibios antes, tao dulces, comien cayendo en el hombra, consejo zao ya enfriarse. La última des más, y por fio, el último adiós.