246 RENOVACION dad los libertinos que siembrau de hijos palabras. Bieu comprendo que no es nocturnos el arroyo, y firinaron scri hora todayía de practicar estos. ensue.
tos pidiendo la proscripción de aque ios, El nivel moral de 1estros honIlos nionstrtios, las turbas de piadosas bres aúji 110 alcanza la altura de perseñoras que han vendido su cuerpo en fección que tales prácticas reclaman, los alțares por el esplendor de una for. Pero 11o olvidéis que soy tu soñador, tuna, para unchar lliego el tálatio Dejadue que me complazca en proinfeliz con el estigma de sus adulterios, clamar este ideal ante vilestras. conPorque hay seres relacios la li ciencias jóvenes y fuertes, y que lo bertad, qne todavía coufunden el ver anuncie como una hermosa realización dadero, el puro amor, el amor fuerte del porvenir.
y libre que 110 conoce el tedio porque Por sabio, por batallador, por hopvo siente el grillete, ni experimenta la bore probo, la Huivanidad glorificará necesidad de las traiciones porque 110 por siempre Eliseo Reclus.
reconoce otros lazos que los de su pro Yo, para tributarle el bovenaje ferpia responsabilidad, con la caricia pa voroso que lle querido reudirle aute sajera y versátil de las bestias. Tal vosotros, tomaré sólo el más modesto afirió cierta vez con iuaudito ciuis de suis títulos ante la versatilidad cou.
mo ante tina agrupación de señoritas, vencional que es hoy la norma de la trt ico menguado de perverso te vida: sll Sincera y valerosa consecuenvida: nombre, toacido para cabalgar bajo las cia, tempestades de la fuerza en los como Contempladlo y amadlo desde ese dos sillones ministeriales.
grandioso pedestal de sui muenioria!
Hermanos, 10 os asustéis de mis JOSÉ MARÍA ZELEDON Los salvajes Las recopilaciones científicas nos multitud de grtipos sociales esparcitraer lina noticia del más alto interés, dos por la stperficie del planeta puede Los hermanos Sarrazit, viajeros labo observarse toda la serie de civilizacioriosos y constantes en stis investiga nes, tales coino sé lián desarrollado en cioties, ban descubierto eu la isla de la sucesión de las ecacies, lesce, la Celebes, donde llacían sus estudios, forma uas rudimentaria y sencilla liaslica tribu de (hombres de los bosques) ta la jziás infinitamente compleja: que no conocían el iiso del fuego. Vi entre los más atrasados de esos honvicudo en una parte de la isla donde fyres Tos liay de quienes puede uno no existen volcanes, los Ta Ota 110 preguntarse si forman todavía parte habían visto unica en su vecindad in de la animalidad primitiva o si ya mediata ui llanas, ui ascuas, ni esco liay que ver en ellos representantes rias ardientes y jamás había aliimbra de ese géuero lypiano que hemos cado el rayo sus húmedas selvas. Ya en lificado de señor del tuiverson.
ofra tierra ecuatorial, en la Papuasia or el niomento, casi no parece que Co Nueva Guinea, el viajero ruso Mi los Ta Ota de Celehes layan de conkloukbo Maklaï, había vivido entre tarse eutre los reyes de la creaciónsincligeuas que afirmaban que sólo con Si su dominio de los elementos toda110cíaií el fuego desde hacía pocas ge vía 110. se ha elevado hasta el conoci neraciones; pero esto parecía dudoso, miento y el uso del fuego, su potencia y los etnólogos profesaban como tesis de coordinación intelectual uo ha loindiscutible que la edad de la proprie grado clasificar los objetos Hasta el anterior al fuego había terminado número de tres y tampoco parece gtie para todos los hombres desde tiempos stt sentido del 1isterio y del inás allá inpleinorjales. Se engañaban, Eula peruute ver eir ellos a los rauimales