232 RENOVACION tar, siu obtener por esto más abun Los dos llaceudados veían con terror dantes cosechas. Había, Pixes, exceso aproximarse la hora de una jusurrecde gastos y disiuinución de beneficios, ción. Qué sucedía. Serían los negrog Los dos llegarou estar pensativos, capaces de apoderarse de todas las riquezas que su trabajo había producido?
El lacendado del café tuvo una idea: Era necesario a todo trance couju.
aumentó la tarifa de los productos, far el peligro, Los dos hacendados se De este modo, pensaba. cubri, reunieron y, después de jugar otra re la diferencia. partida, con acompañamiento de tazas y jugando a las cartas con stt veci de excelente moka. con el café del 00, e haceudado de la caña de azúcar, uno y el azúcar del otro. couvinje: le confió su remedio.
ron en un tercer remedio, que cali. Es excelente. le dijo el otro ficaron de infalible. Así, restablecida yo voy imitaros.
su tranquilidad, se despidieron con un Ambos elevaron los precios de sus apretón de manos, mercancías; pero como todos los estados de América no estaban sometidos Al día siguiente, visitando el límite la misma ley, los otros productores de su propiedad, el hacendado del café 110 aumentaron los precios, y nuestros notó que las cazas de azúcar se habían dos liacenciados no pudieron vender apoderado de lina faja de terreno que sus cosechas. según él declaraba, le pertenecia, Hubierop de resignärse vender al Eu seguida envió una delegación de precio del mercado como los otros, y negros requerir si vecino, que vino se devanaban los Sesos para hallar escoltado por tina delegación de los otro reinedio.
suyos. Este es el caso. dijo en tono sit vez, el bacendado de la caña agrio el baceudado del café; viiestras de azúcar tuvo que ocurrencia. cañas invadeu mi terreno. Reduzcamos la alimentación de Se equivoca usted. replicó el otro nlicstra gente.
no en tono menos acerho; ese terreno. Eureka! gritó el vecino.
ide pertenece.
Los alimientos fueron reducidos, Se. Nunca; mirad, donde están los jalęs redujo hasta lo estrictamente nece lones.
sario para la vida. Señor mío, los límites han sido Pero también esta vez el resultado cambiados, y yo le actise de haberlos fué malo: los negros, inal alimentados, trasladado para buscarme querella.
se rendían, y el trabajo se resentía de Mis fieles amigos. dijo entouces ello. De suerte que, si había una dis el bacendado del café, volviéndose a minución de gastos, había tanıbién sus liegros. yo os tono por testigos disminución de beneficios.
del insulto que se me acala de hacer.
Se ensayo entonces persuadir a los vosotros, mis buenos camaranegros que vo se juutaseu con sus das. dijo el otro liaceudado sus es: compañeras, que no tuviesen hijos, clavos. yo os fuego que hagáis conshasta que se rodearon sus iniones de tar que los jalones han sido canibiauna serie de complicaciones y dificul dos de lugar.
tades. Pero los infelices. 110 teniendo Está bien, señor. replicó el inotro placer, COIDO deciau. querían sultado; tendréis que darme la razón pesar de todo, tener ta inujer, y te bien pronto.
nían hijos pesar de todo.
Xo temo, respondió el hacenciaLa situacióu era siempre mala. do de las caſas con altivez, hasta se agravaba. Maltratados; Ambos se saludaron inilexibles y se mal alimentados, los negros coinenza: alejaron seguidos de sus delegaciones bau munjurar y cruzaban por sus de negros, inuy contentos y orgullosos cerebros vēleidades de rebeldía. por haber sido tratados por sus anos