1 RENOVACION. Ideas y opiniones Almas Anónimas En la Casa Blanca, en la más in dacio ei tesoro de su corazón una pár Dlaculada de todas las casas de 1141 tricia, veileciana también Mónica pueblecito que se dormía orillas del Poldo, intujer que sentia en el alma Mediterráneo, la simpática Agiieda la pasión qite por el arte sieuten to.
Pía liabitala al lado de sit ipadre quieu das las hijas de la bella Italia. Pero la adoraba; de dos criados, marido Mónica Poldo era casada y su simpatia 2014jer, que por ella se desvivían y de por Marco Fortis aíu uo había llegado dos liéruiosos perros ciiyos nombres al sacrificio del bienestar que su man.
exóticos ella pronunciaba fénixo do le hacía gozar en Venecia; por eso, con un dejo inquietante y veces ex al auante aún: 10 amado, lo obliga trano: abandonarla ir España realizar En aquella casa cándida todo invi con sus geniales interpretaciones el taba a la contemplación y la bondad; sueño de arte que ella eu sas horas de por eso era lau huena, tan hospitalaria farniente ha zurcido. y tan deliciosainente contemplativa la en España, cerca de la Casa adorable Agueda Pía.
Blancas, en un lugar llamado Las aquella casita roquera, en donde Termask que tiene una bistoria de todo eran quehaceres domésticos, visi ficada y triste como todo lo de aquella tas iluy discretas, lecturas mnás discosta, Marco Fortis Conoce Agueda cretas aúni inisa los domingos y. rosa Pía, la suave doncella, quien sabe desrio los viernes, en las tardes paseo y pertar en él algo desconocido, talvez en las noches cierre de veutanas y el amor pero 110 aquel abior que sentía puertas, dulces 110111entos pasados de por Mónica Poldo y que hacia de el bajo de la läinpara y buenas noches un esclavo de la mujer que coti vanidichas con sincero encanto llegó la dad soberania se hacía llamar Imperia.
fatalidad tin día en que los perros la y ese amor que despierta por pridraron mucho sin hacer caso las de mera vez, en el alma de Marco Fortis, ficadas órdenes de Agueda Pía quien lleva al corazoncito de Agueda Pía los llawaba y les suplicaba 11o desper: una dulzura encantadora, una semitar con sus ladridos la pobre maire. veladura de paz suy et consonancia cita suya que descaosába. con las timideces infinitas de su espíLos perros temíau algo; en el puerto ritu. Agreda Pía 110 sabe saborear el tin barco italiano había anclado aque amor con la calwa acariciadora que: Ila noche; riadie sabía qué motivos lo llena el pecho de tranquilidad; aquel llevaban lasta aquel apartado rincóu amor para ella lo es todo; por él, por del Mediterráneo en doside ningún Marco Fortis, ella lo olvida todo y por barco grande se detenía y lacia donde él, por Marco Fortis, ella se siente nadie aspiraba ir porque para desear capaz de sacrificar hasta la propia fevivir eu 16pueblo como aquel era ne licidad.
cesario llevar eu el alma uua herida Yajuel anilor hace que Agueda Pía aún abierta, algo que no pudiese sanar llegue verse interioriuente, consinunca apesar de les dulzuras que brin derarse lo suficiente grande, lo suficienda el bálsamo de, un amor ainado. te tioble para despreciar las efímeras vąniclades que forman el encanto de quieyeneciano de noble estirpe, hombre de mes sou cualquier cosa. Ella 110. Se gTaidės aspiraciones en el arte porque teme sí mispa, ella teule, desde el era un arquitecto de valer, en la vida principio, a los demás. No sumerje su porque para él el mundo era muy pe adorable cabecita pensativa en las queño y en el amor porque había ofren agtias de la confianza que debiera haAuel barco con