RENOVACION Parece que comprender los colores frunanos fraternizac Ban cllos, acariciau las: tatos que se les adelantan llevanio u agasaju.
Valientes sufrirlos, son volles veteranos le tarlas las gloriosas contiendas del trabajo. HQ se reproducell esclavos, Gret interio!
Dijérase que estériles los torna el cautiverio, Sin sol. La vida trueca su actividaxl jocunda en la desesperante quietul del cementerio: sin libertari, la vida 110 cenno fecuncte Asombra que en la froche de su éxodo iufinito sordos toco acento, sorcios lolo grito del duelo de su raza hutnıfllada y proscrita como si obedecieran consiguas de algún rito religioso patriótico coi cruelilari inaudita discurtaj por los lxsques aulezttente arliestrados en juegos de perficie psr el llombre inventados, para cazar sus misinos felices semejatites.
yatarlos al reatino que ellos yan Atactos Foliándoles la diclta que ellos perdieran antes!
Algunas veces, pocas, los elefantes braunan; levantas u lorinda virilidad, e inflamat la. cler inextinta que vela eu sus entrañas.
Dijérase que ergairla su digniiiacl, procłaniem el terecho al disfrute de sus caras montañas.
Afsludas Tebetimes on esas, sus furore marcasios con la 111uerte de algunos somadores may pronto rosfallecen para rendir sis brios ante el ankus que esgritien los nuevos conductores como los otros duros, y como ellos inipios.
Ha de llegari empuro; para los elefantes una hora Turzittosa; escle sitios listautes convergeten un punto las legiones esclavas, y desde allí tharchando soberbias, delirantes, coli ruubo bacia las selvas nativas, como lavas voraces gite bajaran dizniando una ladera, arrollarán con todo lo que aptes ofreciera olistáculo su paso, y lloradariin el ponte de sus esclavitudes, en una primavera.
de Amor, irán en triunfo camino al horizonte.
Tal avanzan los pueblos, los tristes elefantes llunanos, silenciosos, pasivos, jądeantes. En todas las ingratas jargalas de la Historia, has levantado el polvo sus marchas onclulantes buscaudo los mirajea ale una dicha iltisoria.
Atados con los fierros de uachos fanatisuos, tirando de la carga de sus anhelos grismos, sin pala que les table cle cunor de esperanza descienden a las gímuas de todos los abişnios Flitsianrio torvos sueños de ratie de venganza.
Esclavos infecueros, no tienen ni el derecho cle procrear sus iras: los dos polas han hecho pasto de la metralla los hijos de su halago: Son carne le Diiseria, son carile de desecho que rueda en las pculieutes del vicio y del estrago.
Juguete lastimoso le públicos juglares: llevan sits espaldas inillares y miliares. le parásitos; bailnu en las cívicas ferias; y al lado de sus grandes prestigios tiusculares arrastran las caulenas de todas las miserias,