Omar Dengo

186 KENOVACION Vieron a los verdugos faci actos como el alma de la vida porque se aprende troucos heridos por el odio amargo del algo que tiene la delicia sublinte de tiempo y pudieron percibir, muy dis éxtasis, porque se aprende a decir tante, el eco tembloroso de la pas cuantos piden un consejo quieren ciente canción de victoria cutonada un consitelo: hijo del hombre, siglie acaso por las víctimnas libres, Covocie adelante, que bajo ttus pasos se conver, ron las grutas de esmeralda et glie: tirán en margaritas las iras de los Car muchos siglos antes palsabelti sus cf dos que hieren tus platitas. Prohibido taras las corrientes del infortunio, y le fué la mujer de Lot tornar lacia por largo trecho siguieron su cauce atrás la mirada, también te está proagotado.
hibido tí, bajo de pena de que no han venido por fin, tras extrafia llegties nunca oir la lira del Bien y exploración, uncidos de ceniza limi Hayas de convertirte para siempre eri cosa que cuentan fué recogida en las pobre estatua de miseria. iSigue ade: viejas retortas del gran Eliplias Levi, lautel que el Deseo desgranę tils decirle a los hombres que viajar por pasos las sourisas de la nueva vida. esas reviotas tierras es como entrar eu.
OMAR DENGO CRÓNICAS SOCIALES La confesión De todas las infamias. cometidas por ta eri el Santo Tribunal de la Penitenlas religioues, antiguas y modernas, cia, en representación de Dios, no hay uiuguna iguala a la confesión: estable nada sagrado; todo lo lia de palpar con cida por la Iglesia católica. En qué su torpe mano, terriblorosa tal vez por cabeza bien organizada cabe el absur efectos de la crapula; todo lo ha de do de que un hotibre pueda absolver empañar con su aliento, saturado nuá otro de los crímenes que éste haya chas veces con los vapores de la orgfa.
cometido contra su prójimo y coutra. Hay algo q11e más degrade un su Creador? El ofendido es el que ha llombre que arrodillarse los pies de de perdonar y 110 un supuesto apode otro. Hay algo más profano utie exarado, iuinar el pensamiento que cruza más En los primeros siglos de la Iglesia rápido que el relámpago por la mente no existió confesión auricular; fué j11 de la niña inocente. Hay algutta preventada cuando el Catolicismo quiso tenisión más sacrilega que pretender dominas social y políticamente. Por nu hoibre, corrompido y desinoralieste medio la jerarquia cclesiástica sabe zado en muchos casos, colocarse er!
lo que pasa en el seno de la fainilia, lugar cle Dios y preteuder perdonar donde ningún intruso se atreve pe las ofensas Este y los honibres? Si netrar; el confesor se introduce en lo la Eterua Justicia delegara en un clé sagrado del leclio nupcial, en el de la rigo la facultacl de perdonar lestra: virgen inocente, y va aun más allá; faltas, la despreciariainos.
penetra en el pensamiento que atra Cada hombre está en comunicación viesa por la wente. Exige que el peca tat directa cou Dios como el Papa. El dor arrodillado sus pies, le muestre que se inete entre la criatura y el Creaabierto de par en par el corazón, que dor es 11: intruso, que humilla al bont.
le cleje registrar su memoria, 110 im bre y ofende la Diviniclad. Los inis porta que el penitente sea tú liomlire, nos, que se confiesau no facultau tina mujer virtuosa óta niña inex mladie para recibir por ellos satisfacperta, Para aquel 110111lre que se sien ciones de los que les han ofendido.