134, YLA VERDAD profesional. Esa es la Escuela y ésos los estudiantes.
Como son los abogados?
Esperad, que pronto lo diremos.
EL MAGISTRAVO MERLIN.
Siempre que uno se topa con algu. Los no de esa turba de ociosos sin ideas elegidos que en Hispano América cultiran lo que ellos satisfactoriamente llaman Arte Literario, se le oirá amenudo estas palabras: Ah, yo voy detrás del Ideal, trabajo por el Ideal!
Pero es lo cierto que la vida de estos inocentes es tan sin scotido, y sin rumbos, que Ideal que inyocai no es más que una palabra sonora, que repited sin conciencia. donde está ese Ideal? Para que trabajan? Qué obra útil para los hombres se proponer, cuando mancban cuartillas de cuartillas?
Ellos responderán, seguramente, con esta fórmula es téril y egoista que no han entendido tampoco: Yo hago arte por arte, sia proponerme nada; canto por cantar, por que me gusta, mc entretienę.
Cómo gana el pan cotidiano la mayoría de esa turba?
Atrincherándose en Diarios y Revistas para murmurar, beber, fomar y escribir cuentecitos sin sentido que no ed cierran una idea, un sentimiento redentores, que no despiertan una aspiración poble. Esto, cuando no se ocupan en amaşar reputaciones con sueltos de crónica, en narcotizarse unos otros con frases vagas, con juegos de palabras.
Es justo que el pueblo mantenga con los productos de su trabajo manual a ese montón de parásitos irritables.