MIDA VERDAD 159 de mucho tienpo, aquí hemos invertido nuestras fuerzas. ves bien contestaron los dos si el trabajo os dió de.
Fecho, el trabajo va dámoslo nosotros. Si trabajarda en el mar él os ba dado fuerza, salud y sustetto, si os ha dado riquezas, qué más propecho queréis obtener del mar? Sin embargo, os pagaremos el derecho cuando hayais trazado los límites vuestra propiedad. eu el mar.
Los pescadores se miraron unos a otros y guardaron sileiicio.
Los discípulos también callaban mirando veuir sobre ef niar la barca de sombras de la noche, RammoXDO LULIO.
El bambre, cual una vibora, esEl conchito trangulaba el hogar del campesino.
enfermo Soto y su esposa trabajaban mucho: Cuando los comemaices cotouabar sus canciones. la aurorn, ya los dos esposos iban tristes, pensativos. camino del trabajo. Sutó, llegaba a un beneficio, y Celipa su esposa, se dirigín al cafetal de don Rafael.
Ambos se contaban, de regreso, las vejaciones insultos recibidos, los descaentos contínuos del sueldo.
las injusticias del patrón. los cuatro pequcõuelos se quejaban en silencio escuchando las protestas de sus padres.
El primogénito, Sotillo, como le decíau, ya hacía preguntas muy serias. Tata, hablaba Sotillo ¿por qué nosotros que traba amos tanto vivimos tan mal, y esos que se pasan dur