156 VIDA VERDÁD nales encargadas de la secreción de la orina po sufrían: ninguna modificación y quedaban normales. En cambio, cuando el riñón se sumergía en otra solución más o menos cargada, las células nobles cambiaban de aspecto y présentaban alteraciones y lesiones manifiestas.
En las soluciones con muy poca sal, las célolas se achi caban, se arrugaban y se volvían membranas inertes: la sclución atraía el agua de la céluia y la secaba.
Ea las soluciones con escasa sal, las células. se hinchaban y reventaban a trechos: el agua de la solución pasaba la célula y la liochaba. En ambos casos el hitro rcpai dejaba pasar la álbúmina, quedando 191 derióstrado que para funcionar normalmente las células tienca que estar en contacto con un liquido que contenga una proporción exacta y casi constante de sal.
Esto nos explica como en la nefritis, la sal de cocina se detiene en los tejidos; cómo el líquido que filtra, al tener bastante cloruro de sodio, irriţa la célula y aumenta la albaminuria; como, con el régimca declorurado, la sal jada en los tejidos vuelve a la saugre; cómo el líquido que filtrá se vuelve bormal y cómo, al ser la célula banada ea vua solución isotérnica o disminuye o desaparece la albuminuria.
Esta cuestión de cloruros ños reserva ciertamente gran des sorpresas Los jueces y los Isvitas y los escri.
Parábolas bas y todos los poderosos se lerantaban clamando contra las nuevas doctrinas de los tiempos.
Los discípulos, llegandose Jesús, dijeron: Macstro, dadnos ta enseñanza. Oímos que fos levitas y los escri