YODA VERDAD 139 joveu palabras terribles: conversaciones maliciosas, comercio clandestino, amores ilícitos, deshonra. Lo anterior es una prueba de que se extraña que una mujer trabaje como los hombres: a ella se le contian los quehacerés del hogar y los de la escuela; pero nunca se le permitirá que trate de levantarse viviendo independiente de la esclavitud masculina. Podría asegurar que muchas señoritas trabajar mas que los jóvenes, Es preciso olvidarse de todas aquellas que no piensan mas que en el espejo y en la ventana, Desde temprioo atienden a la limpieza general de las habitaciones, entretienen o pasean a sus herdlanitos, ayulan a la madre a preparar los alimentos, repasad la ropa que van a usar los miembros de la familia, y la noche la dedican a hacer vestidos nuevos, sencillos y económicos mientras los jovencitos de su edad conversar sobre asuotos de ningún interés en las esquinas o pasan las how ras mirando como resbalat en la capa verde, las bolas de marfil impalsadas por un hábil jugador. Otras señoritas, después de las obligaciones que imponen los quebace res domésticos, o en la tarde, están comprometidas a dar clases ya de francés, ja de inglés, ya de canto, ya de piano, hasta la hora en que su organisrac las exige reparar, con el sueño, las fuerzas gustadas durante el día.
11. lás que preparan sus tareas de colegio, a pesar de que oyen llamar a su ciencia pedantería y a su criterio, pretcasión, estudian mas que los jóvenes: ellas han vivido sin ideas y cuando las vislambran en aus observaciodes, trabajan por alcanzarla. Su paciencia es mayor que la del hombre, es la mas poble de las cualidades que posee la voluntad femenina.
Ella observa con mas coidado, analiza sus observa.
ciones, compara hechos y deduce muchas cosas que le