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RENOVACION periólicas, en tanto que las conjoncioties teper sobre pg individuo sobre una famiSimultáneas de los planetas no lo son; y sa lia de la humanidad, pero habré de preyer, bido es que, en dinámica, periodicidad re. con objeto de evitar o disininoir rolorosas presenta estabilidad, ruientras las acciones consecuencias, los fenómenos desastrosos, no periódicas se agregar a la instabiltrlal, aunque inevitables, que interesan la lluna.
La nueva astrologia no tendrá que ocu. bidacl clitera. purse, como la antigua, de la induencia, puramente imaginaria, que los Astro pudierast. F, TARRDA DAL. MÁRMOL BIBLIOGRAFÍA. 17. EL SEÑOR DE HALLEBORG. ii La época de los Werther, de los Ja que la experiencia de la páginas de cobos Ortis, de los Obermann, de los los libros; que mucho se parece a la Adolfos, de los Renatos y de las Vir resurrección de una biblioteca entera ginias parecía sepultada para siempre, cliyos pergatninos están cubiertos de no porque hubiese dejado de existir el polvo, es la literatura flor de un día, sentimentalismo tropical, sino porque La obra que ella pertenece tiene lua en la época de energía eu gue yiyinos vida efímera, se recuerda con cariña nadie cree prudente soñar cour ideali. como se recuerdan con cariño cosas dedades más o menos dulzonás ni llorar licadas que se nos dijeron y que dijilas desgracias de personajes más pios en una época en la cual todo era menos ficticios.
verdad para nosotros, todo menos la los que vivimos la vida presente, falsía de los hombres.
los dolores de los caídos nos detieneu Levendo El señor de Halleborg, esun instante, uj instante 110 más; antecrito por el novelista sueco Alfred von su tumba nos descubrimos deprisa, tal Hedentsjerna hará unos pocos años, vez echanios un puñado de tierra sobre siento revivir en mj. interioria muchas la caja negra y luego sio esperar el lecturas hechas cuando era un adolecenfinal de la fúnebre ceremonia conti te; cuando lloraba sobre las páginas de suamos nuestro camino hacia donde un libro sentimental; me parece estar él nos lleve, deprisa, con ansias de releyendo algo que me dejó impresiollegar para volver a partir sin saber nado durante varios días, mientras no eu donde los detendremos otra vez y vino otro libro quitarte esa imprelo que haremos en la etapa siguiente: sión y causarpie otra que parecía El hombre de hoy se deja dominar más profunda y que fué tan superficial más fácilmente por cualquiera de esas como la primera; creo releer, en uo.
pasiones que tautos estragos causati solo volumen, re en la humanidad y que tan sinipáticos. Senancourt, de Chateaubriand, de Bernombres llevan, declararse veucido nardino de Saint Pierre, de Gæthe.
por la stave melancolía que llega toda En El señor de Halleborg se sienten una literatura, aqnella que floreció al influencias extrañas, influencias de rededor de Alala en Francia, de la escritores queridionales sobre un artista ther eu Alemania y de Jacobo Oitis eni setentrional; tieve, coino la. Marta de Italia.
Jorge Isaacs una historia, tal vez tina La literatura soñadora, esa literatura leyenda; se dice que el autor vivió esa jäsustancial ajena toda vida verda. uovela antes de escribirla; que aquel deramente vivida; sin piás experiencia Gosta de Halleborg quien por conservar una fortuitia se atreve casarse Domensch, Editor. Barcelona (España. cou una niña inoribunda, es el mismo