TIDA VERDID 109 de nosotros después de la muerte? responderé, tocapte la primera, con la confesión de mi ignorancia, y alegando la impertinercia de tel pregurita (en toda la doctrina budista no se formula esta pregunta. a la segunda respoat: deré que la yu untad de aquel a quien debemos la vida, por ngestro bien plus guía, probablemente, a la muerte con el mismo objeto.
LEÓN TOLSTOY, EL PENSADOR Su risiðn 10 es de par, hace la vía Que la alta cumbre de la gloria lleva, Sereno el rostri, la mirada teia.
Fija en el peosamiento que se elevä.
Su palabra, la luz y la energia En las conciencias sin cesar renueva, acaba su existencia en la porfía Rendido por las fuerzas que subleva.
Si alguna vez la intelectual penirin Herida acaso por el golpe recin Laota contra él las piedras de su furia, Mira de lado al asaltaute necio en vez de fustigarlo cou la injuria Lè arroja la salica del desprecio.
JOSÉ MARÍA ZELEDON